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Temperatura

Las temperaturas muy altas o muy bajas pueden ser un factor que limite el crecimiento de las plantas.

Las temperaturas muy bajas impiden la circulación de la savia y la formación de cristales de hielo puede destruir las estructuras celulares. Las plantas de climas muy fríos suelen ser de pequeño tamaño o rastreras, para limitar su exposición al viento y al frío. Otras, las coníferas (pinos, abetos, cedros,...) poseen hojas en forma de aguja o aciculares y cubiertas de una gruesa cutícula que les permite mantenerlas (son perennifolios) y soportar esas duras condiciones. En climas menos extremos, los árboles caducifolios pierden la hoja en la estación más fría. Muchas plantas pasan el invierno en forma de semilla o forman bulbos o rizomas.

 

Salix retusa

Salix retusa, un sauce rastrero que vive en áreas montañosas, en su hábitat, sobre una roca caliza (Alpes suizos.Foto cmm).

Entre las adaptaciones al calor están las formas enmarañadas y leñosas que protegen las yemas y semillas en un ambiente interior más húmedo y fresco. La formación de gruesas cutículas y cubiertas pilosas que reflejan la intensa luz solar y preservan la humedad es también un rasgo común.

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