Medio acuático

Obtención de oxígeno

La primera dificultad es la incorporación del oxígeno disuelto en agua, cuya concentración es muy inferior a la atmosférica. Para ello desarrollan branquias (puedes consultar la unidad 5 para ampliar), aunque algunos, como delfines y ballenas, conservan sus pulmones y deben salir a la superficie a respirar.

Regulación hidrosalina

La diferente concentración de sales en el medio acuático y los fluidos corporales requiere de una regulación del equilibrio osmótico (→ósmosis). Los animales de agua dulce tienden a ganar agua mientras que los marinos sufren pérdida de la misma hacia el medio.

Desplazamiento

Los animales se desplazan en el agua de tres formas:

• Los animales del plancton suelen presentar estructuras destinadas a favorecer la flotabilidad, como expansiones, órganos de flotación y otros.

• Los animales nectónicos se desplazan mediante natación activa por lo que adquieren forma hidrodinámica y apéndices especializados, aletas. Los peces además realizan movimientos ondulantes del cuerpo y muchos poseen una vejiga natatoria con que regulan su flotabilidad.

• Los animales bentónicos viven sobre el sustrato del fondo y suelen tener forma aplanada o poseen fuertes caparazones o apéndices para sujetarse o desplazarse por el fondo.

Otras adaptaciones

La piel de los peces les asegura las funciones respiratoria, excretora y osmorreguladora; al mismo tiempo, la mucosa, que proporciona el típico tacto resbaladizo, ayuda a reducir la fricción con el medio acuático y las escamas les protegen eficazmente contra posibles heridas.

El sistema de línea lateral –recordemos que es una larga cadena de receptores nerviosos situada a ambos lados del cuerpo del pez– es capaz de captar una amplia gama de vibraciones. De esta forma, estos animales pueden localizar obstáculos, escapar de sus depredadores y detectar a sus presas.

Los cefalópodos, como los calamares o las sepias, emplean como medio de locomoción un sistema de reacción que consiste en expulsar agua por un sifón musculoso