2.7. La reaparición de los nacionalismos
Inmediatamente estallaron las tendencias centrífugas que se habían iniciado en 1990 en las quince Repúblicas de la URSS, especialmente en las de etnia no eslava. El nacionalismo, que adquirió tintes étnicos, culturales y religiosos, era la forma de oposición de los no rusos, latente desde que Iósif Stalin desplazara a naciones enteras a Siberia y a otras regiones periféricas después de la Segunda Guerra Mundial. En realidad se trataba del mismo proceso protagonizado por las naciones centroeuropeas pero con un siglo de retraso. Estonia, Letonia y Lituania se independizaron en la primavera de 1991; después lo hicieron Moldavia, Ucrania, Georgia y Armenia y otras repúblicas de Asia central de mayoría musulmana (Turkmenistán, Uzbekistán, Kirguizstán, Tayikistán, Kazajstán y Azerbayán), todas con grandes reservas de petróleo. |
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