1.1.4. Cromatina
El segundo componente principal del interior del núcleo interfásico se identificó en 1882 usando colorantes de anilina. Se trata de la cromatina (del griego khrōmato, “color”, e īna, “sustancia”), que puede presentarse en dos estados: unos grumos dispersos por el nucleoplasma o asociados al nucléolo, aunque menores que este último, que se tiñen intensamente (heterocromatina o cromatina condensada), y unas masas dispersas que se tiñen débilmente (eucromatina o cromatina extendida). La eucromatina refleja el estado funcionalmente activo de la cromatina —averiguaremos más adelante en qué consiste tal actividad—, y de ahí el prefijo eu (“bien”), mientras que la condensación de la heterocromatina (hetero significa “distinto”) dificulta el acceso a ciertas enzimas que no podrían actuar sobre ella, lo que justificaría su inactividad.
El microscopio electrónico reveló que la cromatina consiste en fibras de 30 nm de grosor que, alineadas, pueden alcanzar en total unos 10 cm de longitud; empaquetarlas en el núcleo celular equivale a meter un alambre de 5 km de largo en una caja de zapatos. ¿Cómo se organiza la cromatina para lograr semejante hazaña? Trataremos de responder a esta pregunta en la Unidad 6.
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