Ambientes continentales
Ambientes continentales
En los ambientes continentales la sedimentación tiene mucha menos importancia que la erosión, por lo que estos medios sedimentarios suelen tener escasa extensión, tanto en el espacio como en el tiempo. Entre ellos figuran:
- Ambiente eólico
Se distingue por la escasez de agua y, por lo tanto, por el papel preponderante del viento. Se halla en zonas desérticas y costeras, originando formas onduladas (rizaduras) y dunas.
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 Dunas en el valle de la Muerte (California). |
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Ambiente aluvial
El material en el que tiene lugar el depósito es agua en movimiento y coladas de fangos. Se incluye en los depósitos aluviales a los abanicos aluviales con el ápice encajado en zonas montañosas y a los depósitos fluviales, tales como las llanuras de inundación del curso bajo de los ríos y las terrazas fluviales.
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 Depósitos fluviales recientes (menos de 800 años) en el río Paria (Arizona).
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Ambiente lacustre
Los materiales se depositan en agua dulce; la biología juega un papel importante, variable con la profundidad. Los depósitos lacustres comprenden desde sedimentos aportados por los ríos (que pueden llegar a formar deltas) hasta sales que precipitan con o sin la ayuda de los seres vivos.
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 La sedimentación lacustre ha llegado a colmatar algunos de los lagos de Saliencia (Asturias).
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Ambiente glacial
Abarca en realidad dos ambientes distintos, según el agente preponderante sea el hielo glaciar (depósitos glacigénicos) o agua de fusión procedente de aquel (depósitos proglaciales). Los depósitos acumulados (morrenas y tillitas) contienen clastos angulosos no ordenados por tamaños.
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 Derrubios transportados por un glaciar (Argentina). |
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