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3.1. Los factores del metamorfismo

1. Temperatura
Cómo vimos en la unidad anterior, su valor crece con la profundidad a razón de unos 33 °C por cada kilómetro en promedio. Recuérdese que este gradiente geotérmico no se mantiene indefinidamente: a partir de cierta profundidad, el aumento es cada vez menor (véase la gráfica a continuación).
 
Temperatura del interior de la Tierra
Temperatura de la Tierra en función de la profundidad (geoterma, línea negra) en comparación con el punto de fusión de los materiales a diferentes profun-didades (línea roja): en el núcleo externo éste es menor que la geoterma

2. Presión

A diferencia de lo que ocurre con la temperatura, la presión aumenta con la profundidad de forma paulatina y constante hasta la base del manto; a partir de aquí el gradiente es algo mayor, y luego vuelve a disminuir en el núcleo interno. Se debe al peso de los materiales suprayacentes (principalmente otras rocas y agua) que soporta cualquier masa rocosa; esta presión se ejerce en todas las direcciones y se llama presión litostática.

En muchos casos hay que añadir la presión de fluidos ejercida por el dióxido de carbono y el agua que rellenan los poros de las rocas y que es especialmente notable cuando se produce un aumento de temperatura.

Por último, es de destacar la presión dirigida que se produce en los bordes convergentes de placas, y que es consecuencia directa de los desplazamientos de las placas tectónicas.

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