1.2. Ambientes sedimentarios
En 1838, el geólogo suizo Amanz Gressly (1814-1865) estaba intentando desenmarañar la compleja paleogeografía de las montañas del Jura, en Francia y Suiza, y necesitaba obtener una descripción objetiva de los estratos deformados que le permitiera comparar sus diferentes tipos. Para ello, estableció una nueva metodología para el análisis estratigráfico. Al conjunto de propiedades litológicas (composición, textura, estructuras sedimentarias…) y faunísticas (fósiles) de las rocas lo denominó facies (en latín, "forma impuesta a algo").
Algunos indicadores que sirven para definir la facies de una roca. Izquierda: los fósiles permiten distinguir si la roca se formó en ambientes marinos o continentales. Derecha: a partir de las marcas en el suelo se puede reconstruir la red de paleocorrientes, esto es, la geografía de las corrientes de agua que transportaron los sedimentos. |
Gressly cayó en la cuenta de que las facies de algunos estratos que tenían la misma edad eran distintas; además, se advertían facies similares en estratos de edad diferente, contrariamente a lo postulado por Werner. En cambio, observó que las facies de las unidades estratigráficas de una determinada región estaban estrechamente relacionadas con los ambientes (esto es, los diferentes conjuntos de condiciones físicas, químicas y biológicas) en los que se producía el depósito de sedimentos de esa región.
En definitiva, pues, el estudio de la facies de una roca sedimentaria permitiría inferir el ambiente (lugar y condiciones) en que se formó hace miles o millones de años, pero no el momento en que lo hizo. Más exactamente, lo haría si previamente hubiésemos podido establecer una relación causa-efecto entre los ambientes sedimentarios actuales y las facies de los depósitos que se forman en ellos; la aplicación del criterio de similitud de Steno nos permitiría entonces extender ese conocimiento a las rocas sedimentarias consolidadas para reconstruir los ambientes sedimentarios del pasado.
De ahí la gran importancia que tiene el estudio de los depósitos cuaternarios, relativamente intactos, cuya clasificación es reflejo de los ambientes de deposición, los cuales resumimos a continuación siguiendo la clasificación tradicional de los mismos:
Ambientes continentales |
Eólico Aluvial Lacustre Glacial |
Ambientes de transición |
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Ambientes marinos |
Plataforma Talud Llanura abisal |
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