2. Formación de rocas endógenas
Los procesos sedimentarios que acabamos de estudiar pueden dar lugar a rocas de muy diferentes características, pero no todas las rocas se han formado mediante dichos procesos.
El geólogo escocés sir James Hall (1761-1832) —no debemos confundirlo con el geólogo estadounidense James Hall que habló de los geosinclinales— calentó caliza (recordemos que es una roca sedimentaria) en barriles presurizados y, sin llegar a fundirse, ésta recristalizó convirtiéndose en mármol... el mismo que afloraba en la naturaleza en torno a rocas cristalinas encajadas entre rocas calizas. Las rocas como el mármol, obtenidas mediante calor y presión sin dejar de ser sólidas, fueron llamadas metamórficas por Charles Lyell.
Por otra parte, Hall fundió rocas similares al basalto en una forja de hierro y observó que si las dejaba enfriar en contacto con el aire obtenía masas vítreas sin cristales apreciables que recordaban a rocas volcánicas, formadas también por enfriamiento rápido de lava. Pero si se enfriaban lentamente, simulando lo que debía ocurrir a gran profundidad, los cristales tenían tiempo de crecer y lograba rocas con la textura típica del granito; rocas que pronto fueron conocidas como plutónicas y que, al tener su origen en el “fuego interior” (ignis en latín) recibieron, junto con las volcánicas, el nombre de rocas ígneas. Así pues alterando las condiciones de formación podemos variar las características de las rocas y obtener, en consecuencia, un nuevo tipo de roca:
Los procesos geológicos internos que estudiamos en la Unidad 8 son los responsables, como veremos a continuación, de la génesis de los minerales y rocas endógenas, es decir, originadas en el interior de la Tierra.
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