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Microorganismos en la industria farmacéutica

Los microorganismos se emplean para la síntesis de un gran número de sustancias de la industria farmacéutica. Podemos citar como ejemplos:

  • Producción de antibióticos. Tres son los grupos de microorganismos productores de antibióticos (metabolitos secundarios de su actividad vital): los mohos, las eubacterias y los actinomicetes. Los antibióticos más destacables son las penicilinas (elaboradas de forma natural por hongos de los géneros Penicillium y Aspergillus), las cefalosporinas (aisladas, en principio, del hongo Cephalosporium acremonium, y que se caracterizan por su baja toxicidad y por su amplio espectro) y las tetraciclinas (la bacteria Streptomyces aureofaciens produce el principio activo, la clortetraciclina).
     
  • Producción de vitaminas y enzimas. Las bacterias Propionibacterium y Pseudomonas permiten la síntesis comercial de grandes cantidades de la vitamina B12; otro ejemplo lo constituye el hongo Ashbya gossypii que produce grandes cantidades de riboflavina (vitamina B2). Ambas vitaminas se utilizan para tratar estados carenciales.
     
  • Obtención de hormonas y vacunas. Por manipulación genética de microorganismos como Escherichia coli, se han obtenido cantidades apreciables de hormonas como la insulina, la hormona de crecimiento, la eritropoyetina, la hormona estimulante del folículo (FSH)…
     

La ingeniería genética también ha propiciado la síntesis de vacunas. En 1986 surgió la primera vacuna obtenida por esta técnica, la de la hepatitis B, fruto de la producción en levaduras de un fragmento de la superficie del virus de la hepatitis B, causante de la respuesta inmunitaria.

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