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Resumen

 

 
  • Los trabajos de Koch y de Pasteur concluyeron que enfermedades específicas están provocadas por microorganismos específicos (teoría microbiana de la enfermedad).
  • Los agentes patógenos se pueden transmitir por el aire, por contacto directo, por vectores, por el suelo, por el agua o por los alimentos.
  • Todos los seres vivos poseen mecanismos de defensa frente a la infección de organismos patógenos. En los vertebrados se desarrolla un sofisticado sistema inmunitario, uno de cuyos componentes, las proteínas del complejo principal de histocompatibilidad (MHC), son responsables del rechazo en los trasplantes.
  • En la defensa del organismo participan los órganos linfoides primarios y secundarios, diversas poblaciones celulares (linfocitos T y B, monocitos/macrófagos, granulocitos) y moléculas solubles, como las citocinas o las proteínas del complemento y, sobre todo, los anticuerpos o inmunoglobulinas secretados por los linfocitos B.
  • Hay cinco clases de anticuerpos (IgM, IgG, IgA, IgD e IgE), con distintas funciones.
  • La piel, las mucosas, el pH ácido del estómago o la flora bacteriana autóctona son barreras externas que impiden la invasión del organismo por agentes patógenos. Si estas fallan, se ponen en marcha las defensas internas del sistema inmunitario, que promueven y elaboran un conjunto de respuestas ante el invasor.
  • El sistema inmunitario innato no reconoce un tipo concreto de invasor, e incluye respuestas como la inflamación, la fagocitosis, y la activación del complemento por la vía alternativa. En cambio, el sistema inmunitario adaptativo actúa reconociendo al invasor por la presencia de determinantes antigénicos, y sus respuestas están mediadas por los linfocitos T (que actúan localmente sobre células próximas) y B (que se transforman en células plasmáticas productoras de anticuerpos).
  • La respuesta inmunitaria producida por el sistema adaptativo es específica (se reconoce un antígeno concreto) y presenta memoria inmunológica.
  • La inmunización activa, como la vacunación, aprovecha las características del sistema inmunitario para aumentar la capacidad de defensa de un organismo ante un agente patógeno o sus toxinas.
  • La inmunización pasiva permite neutralizar la acción de toxinas (tétanos) o venenos (serpientes).
  • Las inmunopatologías son enfermedades ocasionadas por alteraciones en el funcionamiento del sistema inmunitario. Hay tres tipos básicos: las debidas a una acción inmunitaria errónea, como en las enfermedades autoinmunitarias; las producidas por una respuesta inmunitaria insuficiente, como el SIDA; y las generadas por una respuesta inmunitaria excesiva, como las hipersensibilidades —de tipo I (alergias), de tipo II o citotóxicas, de tipo III o mediadas por complejos antígeno-anticuerpo y la de tipo IV o mediada por células—.
  • El virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) es el responsable de la destrucción de los linfocitos TH o CD4+ (colaboradores) y se manifiesta, al cabo de los años, en un síndrome de inmunodeficiencia adquirida (SIDA).
  • El cáncer (desarrollo anormal de un conjunto de células que se dividen incontroladamente) da lugar a una respuesta inmunitaria que se puede detectar en sus fases o seguir su evolución después de un tratamiento.
  • El trasplante de órganos desencadena una reacción inmunitaria en el organismo receptor, denominado rechazo, contra el nuevo tejido. Este puede ser: hiperagudo, agudo o tardío.

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