4.1. Adaptaciones al agua
Muchas de las características morfológicas de las plantas están estrechamente relacionadas con la cantidad de agua disponible en sus ambientes. Según el medio en que viven, las plantas se clasifican en:
Son aquellas plantas que desarrollan su actividad biológica en lugares en los que la presencia de agua es variable, pero sin llegar a ser escasa o abundante. La mayor parte de las plantas que conocemos son mesófitas. En ellas, el agua del suelo penetra a las raíces por ósmosis, y seguidamente es distribuida a través de todo el organismo. Al llegar a las partes aéreas de la planta, especialmente a las hojas, parte del agua es eliminada en forma de vapor, proceso denominado transpiración (que ya se abordó en el epígrafe 1). Para evitar la pérdida de agua, las hojas presentan unas cutículas impermeables al agua y concentran las estomas en el envés de la hoja. Además, regulan la actividad de los estomas, como veremos a continuación.
Cada estoma está delimitado por dos células arriñonadas, las células oclusivas, provistas de clorofila; en las horas diurnas, cuando se realiza la fotosíntesis, estas células se hinchan, aumentando la dimensión del espacio entre ellas, lo que facilita la salida del vapor de agua. Por el contrario, durante la noche, los estomas se cierran. De esta manera, las células del estoma regulan el proceso de transpiración vegetal.
Figura derecha: estomas de Arabidopsis thaliana. La acumulación de solutos osmóticamente activos en las células oclusivas que rodean el estoma provoca la acumulación de agua, un aumento en la presión de turgencia y, finalmente, la apertura del estoma.
En las plantas dicotiledóneas, el parénquima aerífero posee células irregulares que dejan, entre si, espacios o lagunas intercomunicadas, donde se acumulan aire y vapor de agua; por lo que, debido a la difusión de las moléculas, el vapor de agua se desplaza y sale al exterior a través de los estomas.
La parte inferior de la hoja de Lemna minor (lenteja de agua) está siempre en contacto con el agua, los estomas están todos en la superficie superior, en contacto con el aire. |
Son plantas acuáticas o de terrenos que contienen gran cantidad de agua. Estas plantas viven en ríos, arroyos, charcos y lagunas. Son generalmente blandas, livianas, y están recubiertas por una epidermis delgada y fina, sin cutícula. Las raíces tienen muy poca longitud, los tallos son alargados y las hojas pueden ser sumergidas, flotadoras o aéreas. Las hojas sumergidas carecen de estomas, mientras que las flotadoras los llevan solamente en la superficie superior de la lámina. Algunas plantas acuáticas flotan perfectamente en el medio donde viven porque tienen espacios llenos de aire tanto en el tallo como en las hojas.
Son plantas que viven en ambientes secos y son capaces de resistir condiciones prolongadas de aridez. Para preservarse de una excesiva pérdida de agua por evaporación presentan diversas adaptaciones estructurales, tales como:
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Cactus mostrando su flor y las hojas reducidas a espinas (su función es defensiva). El tallo es el encargado de realizar la fotosíntesis.
Cutículas céreas sobre las superficies exteriores que impiden la salida del agua almacenada en los tejidos.
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Pocos estomas —situados principalmente en la cara inferior de las hojas y, con frecuencia, en depresiones—, lo que minimiza la pérdida de agua por evaporación.
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Reducción de la superficie en relación con el volumen. De esta manera las hojas, si las hay, tienen forma de agujas, escamas o espinas. La superficie del tallo pasa entonces a encargarse de la fotosíntesis y, a la vez, las púas protegen al vegetal de ser comido por los animales.
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Acumulación de agua en tallos y hojas, que son gruesos y suculentos (cactus y chumberas). En las hojas carnosas de este tipo de plantas existe una gran cantidad de parénquima aerífero.
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Raíces más bien largas, apropiadas para penetrar hasta los sitios donde hay agua o humedad.
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