3.1. Tropismos y nastias
Los reguladores del crecimiento vegetal tienen una participación destacada en muchos de los movimientos de las plantas, ya que éstos suelen tener como base un crecimiento diferencial en respuesta a un estímulo externo.
Cuando este estímulo es unidireccional y la respuesta es un crecimiento (por tanto, irreversible) el movimiento se denomina tropismo, mientras que si el estímulo es difuso y la respuesta provoca una situación pasajera recibe el nombre de nastia.
Los tropismos, generalmente bajo el control de las auxinas, se califican de positivos si la planta crece hacia el estímulo, y de negativos si lo hace en sentido contrario. Los más conocidos son:
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Fototropismo: Cuando la luz incide en un lado de la planta más que en otro, la cara del tallo directamente iluminada crece más despacio que la contraria, por lo que el tallo se inclina hacia el lugar donde se localiza la fuente de luz (se trata, pues, de fototropismo positivo).
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Geotropismo: Se produce en respuesta a la fuerza de gravedad: es positivo en las raíces primarias y negativo en los tallos. Ambos casos pueden ser explicados mediante la acumulación de las auxinas en las zonas de mayor crecimiento de dichos órganos.
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Quimiotropismo: Es el inducido por sustancias químicas. Así, el tubo polínico crece en dirección hacia el óvulo gracias a la atracción ejercida por sustancias químicas producidas por las sinérgidas.
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Tigmotropismo: Generado por el contacto físico. Es el caso de plantas trepadoras (enredaderas) que crecen en torno a un objeto sólido.
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Hidrotropismo o movimiento hacia zonas con mayor nivel de humedad, fenómeno muy patente en las raíces.
En las nastias la dirección del movimiento no depende del estímulo sino de la estructura del órgano que reacciona: los cambios son transitorios y están provocados, en general, por grupos de células que ganan o pierden agua rápidamente cuando son estimulados. Podemos destacar:
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Fotonastias, cuando el estímulo es la luz. Son las responsables de la apertura y el cierre de algunas flores y de los estomas en general.
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Termonastias, si las plantas están estimuladas por la temperatura. Algunas flores se abren o se cierran según sea la temperatura.
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Tigmonastias, en el caso de que el estímulo sea el contacto físico, como es el caso de la Dionaea, planta insectívora que cierra las hojas modificadas atrapando la presa o de las hojas de Mimosa pudica (figura derecha).
Dionaea muscipula a punto de atrapar una mosca. |
Los foliolos de las hojas de Mimosa pudica (izquierda) se pliegan bruscamente al tocarlos (derecha). "Mimosa pudica Feuille" by Pancrat - Own work. Licensed under CC BY-SA 3.0 via Wikimedia Commons. |
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