1.3. Fotosíntesis
La fotosíntesis tiene lugar tan solo en las hojas y tallos verdes. Por consiguiente, las moléculas orgánicas producidas durante el proceso deben ser exportadas al resto de la planta, con el fin de que sus células puedan respirar y obtener energía y materiales para su crecimiento. El floema es el tejido encargado de transportar la savia elaborada, es decir, la solución nutritiva procedente de las hojas, a los demás órganos de la planta. El mecanismo más aceptado para este transporte es el conocido como flujo de masas, como se describe en la figura adjunta.
El proceso fotosintético se realiza a través de un número elevado de complejas reacciones físico-químicas, que, para su estudio, se dividen en dos grupos:
H2O ——LUZ—→ (H2) + ½ O2
El oxígeno se libera a la atmósfera y el hidrógeno se transfiere a lo largo de una cadena de transportadores, igual que ocurría en la respiración; se obtiene, así, energía en forma de ATP.
6 CO2 + 6 H2O + luz solar ——fotosíntesis—→ C6H12O6 + 6 O2
es decir, la inversa —al menos en apariencia— a la de la respiración.
Un nuevo ciclo sobre la Tierra había venido a sumarse al que ya propusiera Hutton: las plantas producen oxígeno, y todos los seres vivos lo consumen durante la respiración; lo contrario ocurre con el dióxido de carbono. Ahora, el impulsor del ciclo ya no era el calor interno de la Tierra, sino la energía del Sol.
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