1. Sistemas nerviosos
Desde tiempos antiguos, el sistema nervioso ha acaparado el interés de naturalistas, médicos y científicos. En la segunda mitad del siglo XIX coexistían dos escuelas que concebían de maneras distintas la estructura del sistema nervioso: los reticulistas, para quienes el sistema nervioso estaba formado por una densa red de "fibras" nerviosas conectadas entre sí sin solución de continuidad, y los neuronistas, que pensaban que el sistema nervioso estaba formado por un gran número de unidades celulares interconectadas: las neuronas.
El debate se zanjó definitivamente cuando, a finales del siglo XIX, el Premio Nobel español Santiago Ramón y Cajal (1852-1934) [más información: 1, 2, teoría neuronal] supo del método de tinción con sales de plata desarrollado por el italiano Camillo Golgi (1843-1926). En esta técnica, la plata impregna solamente a algunas células, dejando intactas a la mayoría. Así pudo Ramón y Cajal observar a unas cuantas que destacaban en una maraña boscosa y se percató de que el tejido nervioso estaba integrado por unidades discretas, no por una red continua. Ramón y Cajal describió a las neuronas (figura más abajo) como células que reciben señales en extensiones muy ramificadas de su cuerpo –las dendritas– y las envían por prolongaciones menos ramificadas o axones.
A la izquierda, dibujo de Santiago Ramón y Cajal en el que se muestran diferentes capas de células de la corteza cerebral, identificadas mediante números.A la derecha, dibujos de neuronas realizados por Ramón y Cajal, en los que se aprecian los cuerpos celulares (a), los axones (ramas más gruesas que ascienden) y densos árboles de dendritas. |
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