1.3.1. Proteínas fibrosas y glogulares
La estructura de las proteínas puede organizarse de modo tal que podemos distinguir dos tipos de proteínas:
Fibras de queratina observadas con un microscopio confocal, en un carcinoma producido en células embrionarias (fuente: http://es.wikipedia.org/wiki). |
Son proteínas cuyas cadenas polipeptídicas se disponen en forma de hebras alargadas y suelen formar parte de estructuras de soporte y protección (como la queratina o el colágeno). Debido a su elevada proporción de aminoácidos hidrofóbicos, las proteínas fibrosas son insolubles en agua. Constan mayoritariamente de un único tipo de estructura secundaria, que es la que domina su estructura terciaria; en general, ésta se limita a introducir torsiones longitudinales.
Por ejemplo, el eje de una hélice de α-queratina experimenta una torsión para formar una superhélice levógira, es decir, en sentido opuesto al de la propia α-hélice; la torsión se debe a que dos α-hélices se enrollan una alrededor de otra, lo que constituye un ejemplo de estructura cuaternaria. También la hélice levógira del colágeno —estructura secundaria— forma una superhélice dextrógira —estructura terciaria— al enrollarse entre sí tres cadenas de colágeno —estructura cuaternaria—. Esta disposición confiere gran resistencia a dichas proteínas, de modo similar a como las cuerdas para formar una soga más resistente; por esa razón suelen formar muchas estructuras de soporte, como los tendones o la matriz de los huesos.
Las estructuras cuaternarias son frecuentes en las proteínas globulares, donde subunidades diferentes pueden llevar a cabo funciones distintas aunque relacionadas (por ejemplo, una subunidad es catalítica y otra regula su actividad).
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