Los juegos
Los niños y los jóvenes practicaban juegos muy semejantes a los que han practicado los niños de nuestra sociedad hasta hace pocos años. Los niños y los jóvenes jugaban a la pelota y al balón, al aro, la peonza, las tabas y a la rayuela; se columpiaban, jugaban a la pídola, al efedrismós (ἐφεδρισμός), es decir, llevar a la espalda a un compañero. Jugaban a las canicas y a las nueces. También jugaban a los tejuelos de cerámica o piedras, para ver quien los lanzaba más cerca de una línea trazada en el suelo; practicaban el juego del yoyó y un juego de equilibrio llamado ascoliasmós (ἀσκωλιασμός), consistente en mantenerse en equilibrio sobre un odre lleno de vino, previamente untado de aceite. El que aguantaba más tiempo se llevaba el odre con su contenido. Se practicaba especialmente en las fiestas campestres en honor de Dioniso.
En cuanto a los juegos de azar, conocían el juego de los dados. La mejor tirada se llamaba la “tirada de Afrodita”, tres veces seis, y la peor, tres veces uno, la “tirada del perro”. Se conocía también el juego de “pares y nones” practicado con monedas de bronce, con tabas o habas.
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