El ocio: las fiestas y espectáculos
En Atenas, que es la ciudad de la que tenemos más información, los ciudadanos ocupaban su tiempo libre frecuentando el Ágora y los demás lugares públicos, especialmente los gimnasios, en los que los muchachos atenienses se dedicaban a los ejercicios físicos. Una de las mayores aficiones era callejear por la plaza pública, las calles, las tiendas de los barberos, los talleres y toda clase de establecimientos, incluidas las tabernas. En ellas era donde se intercambiaban noticias e iniciaban largas conversaciones. Sócrates es un buen ejemplo de ello, pues buscaba este tipo de contactos. En el Ágora actuaban magos, malabaristas, mimos, prestidigitadores, bailarines y payasos de toda clase.
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