La caza y la pesca
La caza y la pesca, que para unos eran una verdadera ocupación, eran para otros una distracción, un deporte. La caza se practicaba fundamentalmente a base de trampas: fosos excavados en el suelo, lazos y redes, pues carecían de armas arrojadizas precisas. Las armas del cazador eran las flechas que lanzaba el arco o las piedras de la honda, la jabalina, el hacha, el puñal y el bastón empleado en la caza de la liebre. La caza estaba muy bien vista, porque ejercitaba el cuerpo, acostumbraba al peligro y resultaba una buena preparación para la guerra. La pesca más que un deporte era una profesión, pues los atenienses eran muy aficionados al pescado. Como deporte no estaba bien vista. Por ello no ha habido obras que trataran sobre la pesca hasta el siglo II d. C. Sin embargo, la pintura nos indica que se practicaba con bastante asiduidad. Las técnicas eran muy semejantes a las actuales. Se practicaba la pesca con caña y anzuelo. Su utilizaban cebos vivos (gusanos e insectos) y cebos artificiales (moscas fabricadas con trocitos de lana). Se pescaba también con nasa, una especie de cesta de mimbre de forma alargada, y con redes.
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