4.1. Características económicas y sociales

El contexto internacional en el que se desarolló la Segunda República fue el de una doble crisis: la económica y la del sistema político liberaldemocrático. Pero España, como país situado en la periferia del sistema económico capitalista, no se vio tan afectado por la crisis como otros países europeos en un primer momento, aunque sufrirá después los efectos de la reducción del comercio mundial y la reducción de las inversiones extranjeras.

La sociedad española aún se caracterizaba por su predominio rural y por estar poco poblada, con una densidad de las más bajas de Europa occidental y una localización muy desigual, con unas tasas de analfabetismo  muy alto, por lo que uno de los objetivos de la República será superar esta precaria situación.

Otra característica de la sociedad española de aquel periodo es la desigual estructura de la propiedad de la tierra. Por el sur predominaban los latifundios y los grandes propietarios, mientras que en el resto del país se repartía entre pequeñas y medianas propiedades.

Finalmente, hay que destacar en el periodo el aumento considerable del desempleo a medida que se notaban los efectos de la contracción económica internacional, ya que prácticamente se dobló la cantidad de parados entre los años 1932 y 1936.