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La influencia del léxico griego

La lengua griega ha tenido y tiene una importancia extraordinaria en la historia de Occidente. En  griego se han escrito obras maestras de la literatura universal que han servido de modelo para las literaturas posteriores. También fue la lengua de transmisión del pensamiento de los primeros filósofos, así como la lengua de la ciencia. Por ello el griego es la fuente de la terminología utilizada en estas disciplinas.

Pero, además de su pervivencia como lengua moderna, el vocabulario del griego vive en otras lenguas, en forma de herencia léxica y cultural. No sólo la actual terminología de las matemáticas, la medicina, las ciencias naturales, la física, la química o la retórica, procede en grandísima medida del griego, sino incluso muchas palabras del lenguaje común siguen siendo básicamente iguales a como eran en griego antiguo.

Los autores latinos aceptaron o tradujeron la terminología griega en sus creaciones científicas, en sus textos filosóficos, en su retórica, tanto por el prestigio cultural del griego como por la falta de tal terminología en su propia lengua.
El mismo proceder, aunque atenuado, se ha mantenido en las lenguas modernas gracias a la gran facilidad del griego para la composición y derivación, que permite, aún hoy, crear términos sumamente precisos. Por ejemplo, en inglés hay centenares de palabras de origen griego, como physical ‘físico’ o photography ‘fotografía’, pese a que el inglés no deriva del latín.

Con mucha frecuencia el griego creaba términos científicos a partir de palabras de uso corriente. En las lenguas modernas a menudo se ha heredado el término técnico, pero sin relación con su sentido original. Por ejemplo, isósceles ing. isosceles, franc. isocèle es una palabra técnica, que designa el triángulo que tiene dos lados iguales. En griego significaba exactamente lo mismo, pero la palabra estaba formada a partir de dos términos corrientes, uno que significaba ‘igual’ ἴσος (isos) y otro que significaba ‘pierna’, ‘pata’ σκέλος (skelos). A un niño griego, sin duda, le costaba menos que al de hoy día aprender el término isósceles, que en su lengua significaba ‘que tiene las piernas iguales’, porque imaginaba el triángulo isósceles como una persona con las piernas abiertas.


El estudio del origen de las palabras y de sus transformaciones es una parte fundamental de la historia de la cultura. Conocer la historia de las palabras es conocer la evolución del pensamiento y profundizar en la manera que tenemos de entender el mundo.

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