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Civilización minoica

La civilización minoica, así llamada por el nombre del legendario rey Minos, es la primera civilización de Europa. Se desarrolló en la isla de Creta –por eso también se le llama cretense– desde el tercer milenio a. C. hasta mediados del II. La prosperidad de la isla se sustentó en una poderosa talasocracia (dominio del mar) dirigida principalmente desde el palacio de Cnoso además de otros, como los de Festo y Hagia Tríada–, administrados por un rey con poderes políticos y religiosos mediante una eficaz red de funcionarios y el uso del sistema de escritura lineal A.

El auge de la civilización minoica y de la talasocracia cretense puede estar en el origen del mito de Teseo y el Minotauro, mientras que su desaparición está asociada al mito de la Atlántida, el continente perdido debajo del mar.

Teseo y el Minotauro

Teseo matando al Minotauro

Teseo, hijo de Egeo, rey de Atenas, liberó al Ática del tributo que ésta debía pagar al rey Minos de Creta. Este tributo consistía en el envío anual de siete jóvenes y siete doncellas cuyo destino era satisfacer la voracidad del Minotauro, monstruo con cabeza de hombre y cuerpo de toro que vivía en el laberinto. Teseo se ofreció voluntario para formar parte de la expedición con el fin de matar al Minotauro y liberar así a Atenas de la carga.

Logra esto con la ayuda de Ariadna, hija de Minos, a la que abandona después. Como castigo a su conducta. Teseo olvida izar las velas blancas que había prometido a su padre enarbolar en caso de victoria. Egeo, al ver la nave con las velas negras, se suicida arrojándose al mar que desde entonces lleva su nombre.

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