Clasificación
En función del tamaño, composición y textura, podemos agrupar las rocas y detritos ígneos en:
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Rocas piroclásticas (si se han consolidado) y tefra (en el caso contrario). Más del 75 por ciento de su volumen consta de piroclastos; el resto incluye sedimentos de otro tipo.
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Tobas. Contienen entre el 25 y el 75 por ciento de piroclastos.
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Sedimentos y rocas volcaniclásticas (en sentido estricto), con menos de un 25 por ciento de fragmentos piroclásticos. A veces se clasifican entre las rocas sedimentarias.
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Rocas ígneas cristalinas “normales”.
Son las que tienen como minerales esenciales (esto es, los que se hallan en más del 5 por ciento) al cuarzo, a las plagioclasas, a los feldespatos alcalinos como la ortosa, a los minerales máficos u oscuros (olivino, piroxenos, anfíboles, biotita o mica negra…), así como a los denominados feldespatoides (que son incompatibles con el cuarzo). Según el tamaño de sus cristales se clasifican en:
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Rocas plutónicas. Son aquellas en las que el tamaño de los cristales es de al menos 0,25 milímetros (visibles a ojo desnudo). Típicamente presentan textura fanerítica. La figura del pie de esta página explica cómo se clasifican estas rocas.
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Rocas volcánicas. La mayoría de los cristales son indistinguibles a simple vista (textura microcristalina), si bien a veces presentan algunos fenocristales (textura porfídica). La figura del pie de esta página explica cómo se clasifican estas rocas.
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Rocas ígneas cristalinas “exóticas”.
Son aquellas cuya composición química o mineral es atípica, y no pueden clasificarse utilizando diagramas como los que aparecen en la ilustración antes citada. Entre ellas cabe citar:
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Carbonatitas, formadas en más del 50 por ciento por carbonatos. Son propias de asentamientos volcánicos profundos.
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Lamproitas, con cantidades importantes de minerales de titanio.
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Kimberlitas. Poseen grandes cristales de olivino como mineral predominante. Forman estrechas chimeneas o “pipas”, muy conocidas por ser las principales fuentes de diamantes del mundo.
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Microfotografía de ceniza volcánica arrojada durante la erupción del monte Saint Helens (Washington) en 1980. | Granito. Una roca cristalina cuyos cristales tienen formas irregulares y similar tamaño, pese a lo cual no dejan huecos entre ellos. | Basalto. |
Tefra a base de lapilli formada durante la erupción del Kilauea (Hawai) en 1790 y depositada en el desierto de Ka'u. | Granodiorita, con textura similar a la del granito de la foto superior. | Pórfido, en el que se observan grandes cristales esparcidos en una masa de cristales microscópicos (textura porfídica). |
Para clasificar a las rocas ígneas se emplea un diagrama triangular, en cada uno de cuyos lados se mide el porcentaje de determinados minerales esenciales. Por ejemplo, el punto A en la figura superior simboliza a una roca en la que un 40 % de sus minerales de color claro son de cuarzo (Q), un 40 % de plagioclasas (P) y un 20 % de feldespatos alcalinos (A); en la roca del punto B hay un 60 % de Q, un 10 % de P y un 30 % de A. En las figuras inferiores se clasifica a las rocas plutónicas (izquierda) y volcánicas (derecha) que carecen de feldespatoides y tienen menos de un 90 % de minerales máficos.
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