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1.3. Clasificación de los sedimentos y rocas sedimentarias

Las rocas sedimentarias presentan una serie de características que van a permitir su diferenciación y, en consecuencia, su clasificación. Entre estas características destacaremos:

  • El color de los sedimentos y de las rocas sedimentarias. Nos proporciona información acerca de las condiciones de oxidación del ambiente sedimentario (por ejemplo, la presencia de humus proporciona un color oscuro; si hay Fe3+, el sedimento adquiere tonos marrones y rojos…).

  • La textura. Viene dada por las características de los componentes de la roca y sus relaciones recíprocas; es decir, para las rocas detríticas hay que considerar la forma y el tamaño de los cristales o de los clastos, su orientación espacial, el grado de empaquetamiento… En el caso de las rocas no detríticas, es importante tener en cuenta las características del organismo formador (en las rocas creadas por acumulación de organismos) o de los cristales creadas (en las rocas formadas por precipitación).

  • La estructura. Es la disposición geométrica de los constituyentes. El análisis de la estructura de un sedimento nos va a dar una valiosa información sobre las condiciones existentes en el momento de la sedimentación y de sus variaciones posteriores. Como veremos en próximas unidades, el estudio de la estructura de los sedimentos nos va a permitir realizar estudios de estratigrafía y de correlación estratigráfica.

Aunque el criterio principal para clasificar a las rocas sedimentarias es su composición, la mayoría de los grupos se definen por el componente dominante en el momento del depósito (no se atiende, pues, a la composición del cemento, que aparece posteriormente a la sedimentación: cuando el sedimento experimenta consolidación y se transforma en una roca sedimentaria). Es evidente que habrá rocas con varios componentes dominantes, ninguno de los cuales alcanza el 50 por ciento en volumen, o incluso algunos de composición desconocida.

A continuación se resumen las características de los principales grupos:

1.  Sedimentos y rocas detríticas o siliciclásticas
El 50 por ciento de los clastos de este grupo deriva de rocas silíceas preexistentes, y es precisamente el tamaño de dichos clastos el criterio que se utiliza para clasificar a estas rocas, tal y como se muestra en el apartado siguiente: Rocas sedimentarias detríticas.
 
2.  Sedimentos y rocas carbonatadas
Poseen al menos un 50 por ciento de carbonatos, excluidos los que forman el cemento. Las más importantes son las calizas, compuestas mayoritariamente por carbonato cálcico (o calcita) precipitado en el agua por mecanismos químicos o biológicos. También destacan las dolomías formadas por carbonato cálcico magnésico (o dolomita).
 
3.  Sedimentos fosfatados (si no están consolidados) y fosforitas (si están consolidados)
Se trata de un grupo de rocas muy poco abundantes y de elevado interés económico, ya que constituyen una de las principales fuentes de fósforo. Se originan por la precipitación de fosfato cálcico. Un ejemplo es el guano, formado por acumulación de excrementos de aves marinas.
 
4.  Sedimentos y rocas ricos en materia orgánica
Incluyen a los carbones (formados a partir de depósitos de restos vegetales) y a los fangos sapropélicos (sedimentos orgánicos que contienen esporas, polen o restos de algas como las diatomeas); de estos últimos derivan los petróleos y betunes.
 
5.  Sales no carbonatadas
Son rocas formadas por precipitación química de soluciones saturadas de sales (que no sean carbonatos: principalmente incluyen sulfatos, cloruros y boratos). Se corresponden con las evaporitas (véase el apartado Rocas sedimentarias no detríticas). El proceso se da comúnmente por evaporación de cuencas marinas someras o de lagos salados.

En necesario hacer hincapié en la diferencia existente entre sedimentos y rocas consolidadas: las gravas y arenas son sedimentos (materiales sueltos), mientras que los conglomerados (o brechas) y areniscas son rocas compactas, en las que los granos o clastos están más o menos sólidamente cementados. En las variedades con menor tamaño de grano, los sedimentos no consolidados reciben el nombre de limos, arcillas o lutitas, mientras que las rocas se denominan limolitas o arcillitas respectivamente.

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