Cnidarios
Alternancia de generaciones (pólipo y medusa, ambas diploides) en el cnidario Aurelia aurita. La especie es dioica: el óvulo producido por la medusa de la ilustración se une a un espermatozoide proveniente de otra medusa. Se forma una larva tipo plánula característica de muchos grupos. |
A este grupo de animales se le asocia, clásicamente, con una alternancia de generaciones entre dos tipos de organismos: los pólipos, que viven fijos al sustrato y se reproducen asexualmente, y las medusas, de vida libre y reproducción sexual. En efecto, en condiciones normales el cigoto origina una larva de tipo plánula, ciliada y nadadora, que se fija al sustrato dando lugar a un pólipo, el cual crece y se reproduce por estrobilación dando lugar a medusas; a su vez, las medusas originarán gametos que, por fecundación, darán lugar a la larva plánula, cerrando el ciclo.
Sin embargo, a menudo está muy reducida o falta por completo una de las dos generaciones y la que queda puede reproducirse tanto asexual como sexualmente (en este caso suele presentar sexos separados). Por ejemplo, hay pólipos que dan pólipos. También hay especies en las que la larva plánula se desarrolla directamente a medusa.
Entre los cnidarios que se reproducen asexualmente es típica la gemación: se forma una yema (abultamiento de la pared del pólipo o del borde de la sombrilla de la medusa) que arrastra parte de la gastrodermis, crece y forma un organismo que puede desprenderse o, en los pólipos, permanecer unido a otros y formar una colonia. Hydra, por ejemplo, crea por gemación un pólipo que crece y se separa.
En las formas sexuales se aprecia cierta diferenciación: emigran algunas células de la epidermis o de la gastrodermis y se agrupan en regiones intersticiales originando gónadas. La fecundación puede ser tanto externa como interna; en este último caso, el cigoto se desarrolla, en parte, unido al cuerpo de su progenitor.
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