2.4. Los cambios políticos en el bando franquista
|
La muerte del general Sanjurjo el 20 de julio de 1936 permitió a Franco ser nombrado Jefe de Gobierno y Generalísimo de todos los ejércitos. La concentración de poder en una sola persona permitió centralizar las operaciones militares sin divisiones internas, mientras en el bando republicano se fue fragmentando el mando entre las disputas internas de partidos y sindicatos. La justificación ideológica en el bando franquista se consiguió con la integración de carlistas, excedistas y monárquicos en un partido único de carácter fascista, Falange Española Tradicionalista y de las JONS, y la prohibición del resto de partidos. En junio del 37 el bando nacionalista recibía el respaldo del episcopado español en carta pastoral al mundo. A diferencia de la República, Franco sí contó con ayudas financieras internacionales. Tanto de empresas alemanas como del financiero mallorquín Juan March, junto con algunas empresas norteamericanas e inglesas. En enero de 1938 Franco aprobó la Ley de Administración Central del Estado. Se prohibió cualquier actividad sindical y se publicó el Fuero del Trabajo de inspiración fascista. Se promulgó la Ley de Prensa e Imprenta y finalmente, se publicó la Ley de Responsabilidades Políticas (retroactiva hasta 1934) para inculpar y procesar a cualquier persona que hubiera colaborado con la causa republicana. Se abolieron los gobiernos vasco y catalán y el castellano se convirtió en el único idioma legal. El resultado de todas estas actuaciones, una vez ganada la guerra, además de las consecuencias del exilio y la dura represión para el bando perdedor, fue la creación de un Estado dictatorial que continuó durante cuarenta años. |
|
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 4.0