4.2. Las tendencias económicas

La economía creció hasta bien entrada la década de 1880.  Más tarde apareció la crisis en determinados sectores y el proteccionismo económico se presentó como el remedio de las dificultades económicas, estableciéndose el arancel de 1891.

La agricultura española estaba cambiando su estructura a la largo del siglo XIX, aunque los grandes cultivos continuaban siendo los cereales, el olivo y la vid. Durante esta época se desarrollaron nuevos sectores especializados. Aún así, la mayor parte de la superficie rural se dedicaba a cereales. Por eso la caída de los precios agrarios provocó la crisis a finales de siglo.

En la industria los sectores más destacados del periodo fueron la minería del hierro, la industria siderometalúrgica vasca y la industria textil catalana.

Con la Ley de Minas de 1869 se había facilitado la demanda exterior y la llegada de capitales europeos. La industria vasca se generó durante la segunda mitad de siglo con las exportaciones de mineral de hierro que facilitaron la aparición del capital necesario para crear la industria siderúrgica.

Cataluña, por su parte, vivió una etapa expansionista del sector textil que tuvo asegurado el mercado interior y el colonial hasta 1898.

También hay que destacar la ampliación de la red ferroviaria con la nueva Ley de Ferrocarriles de 1877, que pretendía la articulación del mercado interior con la formación de nuevas empresas.