3. El regionalismo y la oposición
El predominio social y económico de los grupos conservadores liberales durante la Restauración originó un Estado liberal centralista y culturalmente uniforme que provocó el surgimiento de los sentimientos regionalistas y nacionalistas como un rechazo al centralismo político. Como el bipartidismo monopolizaba el control del poder, a los demás partidos les costó participar en la vida política. En primer lugar porque el régimen canovista se lo impidió a la mayoría y solo concurrieron a las elecciones a partir de 1881. Después, porque reprimía a los que se atrevían a cuestionar la situación política y social, y a los nacionalistas, con el argumento de que ponían en peligro la unidad de España. |
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