5.2. Carlos III (1759-1788)

Carlos III sigue las directrices marcadas por su antecesor: reafirmar el poder del Estado, modernizar la nación  y mantener la política exterior de orientación atlántica. Pero les imprime un ritmo y una voluntad de Estado que no habían tenido, por lo que se le considera el monarca ilustrado por excelencia.

Tras la Guerra de los Siete Años, en la Paz de París perdía La Florida y cedía Sacramento a Portugal, aunque ganaba la Luisiana y recuperaba La Habana y Manila, perdidas en la propia guerra.

Pasado el compromiso de la guerra, Carlos III se centra en sus tres objetivos fundamentales

a)  Reafirmar el poder del Estado. 

b)  Reformar la economía y modernizar la nación.  Las reformas se centran en diferentes ámbitos:

●   Se intenta desamortizar las tierras para ponerlas en cultivo.  Disminuyen los privilegios de la Mesta y se construyen obras públicas. El encarecimiento del pan será el principal detonante de El motín de Esquilache en 1766.

●   En la artesanía, se limita el poder de los gremios y se fundan las Reales Fábricas para estimular la producción.

●   En el comercio, intenta relanzar el interior y el exterior se estableciéndose la  libertad de comercio de todos los puertos peninsulares con América.