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Partículas de pequeño tamaño

Es propia de los denominados micrófagos, que capturan continuamente y de forma casi automática partículas nutritivas –junto con materiales de escaso o nulo valor alimenticio–. Los micrófagos pueden ser:

A.  Filtradores. Hacen circular el agua a través de su boca (gracias al movimiento de patas en crustáceos, de cilios celulares en urocordados y moluscos bivalvos, o de las cavidades bucal y faríngea en ballenas y flamencos), y retienen partículas nutritivas en suspensión por medio de filtros (barbas de las ballenas, sedas de crustáceos, branquias…).

B.  Sedimentívoros. Literalmente “tragan” la tierra o el sedimento para aprovechar los detritos asimilables, materia orgánica y organismos vivos –sobre todo bacterias– que contiene, como ocurre con muchos anélidos (por ejemplo, la lombriz de tierra).

C.  Raspadores y otros micrófagos de superficie. Un gran número de  animales  se  alimentan  separando  por frotación partículas diminutas de los grandes trozos de material alimenticio. Así, los caracoles y demás moluscos gasterópodos poseen rádulas, que son unos órganos raspadores formados por hasta 150 000 “dientes” de quitina (con funciones y formas muy variadas: gancho, cuchillo, peine…) sobre una "lengua" móvil.

Los percebes son crustáceos filtradores Lombriz de tierra Rádula de caracol
Los percebes (Cirripedia) son crustáceos filtradores. Foto CMM
Las lombrices de tierra Lumbricus terrestris ingieren la tierra a través de la que se desplazan. James Lindsey (CC BY-SA 2.5)
Rádula de caracol terrestre.

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