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Partículas de gran tamaño

Muchos animales son macrófagos, o sea, capturan activamente a su presa –de una corpulencia comparable a la propia– y la engullen entera o troceada –en cuyo caso la ingestión ocurre simultáneamente a la primera fase de la digestión mecánica–. Sus técnicas de captura de alimento son tan variadas que nos ceñiremos a unos pocos ejemplos.

  • Los moluscos cefalópodos atrapan a su presa gracias a los tentáculos y la arrancan pedazos de carne mediante dos potentes mandíbulas –la inferior más larga que la superior– que forman una especie de pico, y que, en los pulpos y en los calamares, tienen los bordes cortantes.

Mandíbulas quitinosas de un gran calamar

Foto: Sheraz Sadiq, 2007 (CC BY-NC 2.0)
  • Los equinodermos exhiben una gran variedad de órganos para realizar la ingestión. Es característica la linterna de Aristóteles de los erizos de mar, formada por placas calcáreas con cinco dientes duros que crecen de forma continua; con ellos pueden partir el caparazón de los crustáceos muertos que les sirven de alimento. La imagen de la derecha muestra la Linterna de Aristóteles de un erizo de mar. Se observan las las piezas internas y los cinco dientes.

Linterna de Aristóteles de erizo de mar

Linterna de Aristóteles de un erizo de mar. Foto CMM
  • Los arácnidos suelen poseer un sistema de bombeo (una faringe o estómago chupador) para absorber alimento líquido.

Anatomía interna de una araña

Anatomía interna de una araña por Ryan Wilson (CC BY 3.0)

  • La forma más conocida de ingestión es la de los animales preparados para masticar o desgarrar; para ello disponen de mandíbulas y maxilas, como las de muchos artrópodos (que no son sino apéndices modificados) o las de los vertebrados gnatostomados (derivadas de los arcos branquiales y, por regla general, reforzadas con tejido óseo). Es frecuente que vayan provistas de dientes de naturaleza calcárea o quitinosa.

Inicialmente, los vertebrados primitivos se alimentaban mediante sistemas de filtración, los cuales pronto fueron reemplazados por otros sistemas. El resultado fue una reducción del tamaño de la faringe y del número de hendiduras branquiales. Excepto en los agnatos, los dos primeros arcos branquiales evolucionaron hasta transformarse en las mandíbulas, que se han especializado en la “captura” del alimento. Ciertos peces y serpientes poseen mandíbulas extensibles, por lo que son capaces de engullir enteras a sus presas.

Cicindela campestris

Grandes mandíbulas de Cicindela campestris, un coleóptero depredador. Foto CMM

Cráneo de hiena

Cráneo de hiena (Hyaena) de fuertes mandíbulas. Foto CMM
  • Ciertos animales, como algunos anélidos y las planarias (platelmintos), toman el alimento no por la boca, sino a través de la faringe, dotada de una gruesa musculatura: sus paredes pueden evaginarse hacia el exterior del orificio bucal para capturar el alimento.

Planaria Dugesia subtentaculata

Planaria Dugesia subtentaculata. Foto Eduard Solà (CC BY-SA 3.0)

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