3.3. El pensamiento político de la Ilustración.
Los ilustrados franceses del siglo XVIII habían aplicado el término revolución al proceso que explicaba el cambio de mentalidades. Mediante el uso de la razón pretendieron modernizar la organización del Estado y transformar radicalmente la sociedad en el intento de acabar con lo que acabó denominándose Antiguo Régimen. La burguesía, principal contribuyente con impuestos y excluída de las decisiones políticas, encabezó la crítica contra la legitimidad del ejercicio del poder real e impulsó un nuevo orden basado en la separación de los tres poderes (legislativo, ejecutivo y judicial). Aunque hubo algunos precedentes en la formulación del nuevo orden, fueron los liberales de EE. UU. y Francia los que hicieron realidad estos propósitos de cambio; por eso adoptaron para sí mismos el nombre de revolucionarios. Los ilustrados franceses partieron de las ideas difundidas anteriormente por John Locke sobre el origen popular de la soberanía y sobre el pacto social pactado entre ciudadanos dotados de soberanía y sus gobernantes. Por su parte, Jean Jacques Rousseau creía que era el individuo quien cedía a la colectividad sus derechos naturales. De modo que ésta en su conjunto, es la fuente única de la soberanía, quedando las leyes, por tanto, por encima de cualquier persona o institución. Los ilustrados partían de dos principios:
Para que el hombre pudiera conocer sus derechos individuales y sus deberes con el Estado tenía que acceder a la educación y al conocimiento. Los ilustrados franceses Voltaire, Montesquieu y Rousseau escribieron sus ideas en la Enciclopedia. Con ella los enciclopedistas pretendieron facilitar el acceso al conocimiento para lograr establecer los principios ideológicos defendidos por los ilustrados. Surgió un debate sobre quién estaba intelectualmente capacitado para ejercer la soberanía, si el conjunto del pueblo o sólo aquellos que más contribuían al funcionamiento del Estado por sus méritos personales o aportaciones tributarias, determinó la elección del tipo de sufragio universal (en el primer caso) o censitario (en el segundo). Esta discusión fue uno de los grandes escollos en el avance del liberalismo hasta el último tercio del siglo XIX. Fue también la burguesía la que alimentó el nacionalismo. Ambas doctrinas, nacionalismo y liberalismo, fueron durante el siglo XIX contrarias a los grandes imperios multinacionales sobre los que los monarcas habían fundamentado su poder absoluto. |
Fuente: http://youtu.be/ojxX77Qje_s |
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