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5.2. Los visigodos. La creación de un Estado

Los visigodos llegan, procedentes de Tolosa (Toulouse) para pacificar las provincias de Hispania, devastadas por las anteriores invasiones.

En el año 415 se intalan en la Tarraconense y en el año 507 se enfrenta a los francos siendo derrotado por el rey Clodoveo I en la batalla de Vouillé. Se se repliegan hacia Hispania,donde se asientan  con el propósito de crear un nuevo Estado. Pero esta empresa tropezó con diversas dificultades que enumeramos en el siguiente recuadro.

Demográficas:  solo son alrededor de 100.000 godos frente a algo más de cuatro millones de peninsulares.

Religiosas: la diferencia de religiones.

Sociales: la distinta organización social.

Jurídicas: las dispares legislaciones.

Políticas: el concepto de la monarquía, distinto al del Imperio que acababa de sucumbir.

Territoriales: la amplitud de un territorio que no controlan políticamente.

Económicas: la dificultad para seguir con su economía tradicional basada en el pastoreo y agricultura seminómadas.

 EL PROCESO DE UNIFICACIÓN

Las disparidades que hemos señalado obligan a la monarquía goda a dar pasos para unificar el territorio y construir un nuevo Estado. Los reyes  más relevantes en este sentido son cronológicamente los siguientes:

Atanagildo (555–567) Estableció definitivamente la capital en Toledo.

Leovigildo (571–586). Primer monarca con clara voluntad unificadora:

○   Unificación social.

○   Unificación territorial. 

○   Unificación religiosa.

○  Unificación política.

–   Reafirma el poder real y lo hace hereditario.

–   Establece un aparato político para controlar el Estado, formado por dos cámaras asesoras: el Officium Palatinum y el Aula Regia.

–   Organiza territorialmente el reino dividiéndole en provincias que pone en manos de un duque.

●   Recaredo (586–601). Hijo y heredero de Leovigildo, consigue la unificación religiosa. 

●   Suintila (621–631). Lleva a término la unificación territorial.

●   Recesvinto (653–672). Consigue la unificación jurídica.

EL FINAL DE LA MONARQUÍA VISIGODA

A la descomposición de la monarquía visigoda contribuye, además, la evolución de la economía que se ruraliza y se hace autosuficiente, lo que beneficia a la nobleza civil y eclesiástica, poseedoras de los latifundios. Este proceso resulta imparable y seguirá su curso hasta la definitiva consolidación del mundo feudal.

En los últimos cuarenta años de la monarquía visigoda, se sucederán seis reyes que, alternativamente, defenderán los privilegios nobiliarios o pretenderán afianzar el poder real. La tensión entre nobles y monarcas culminará cuando el grupo nobiliario, partidario de Agila II, hijo de Witiza, al que el nuevo rey Rodrigo había usurpado el trono, llame en su apoyo a los musulmanes que, en plena expansión de su imperio, merodean por el norte de África. Su llegada a la Península Ibérica significa la irrupción de estos pueblos en la historia de Europa.

Evolución del reino visigodo
Fuente: http://clio.rediris.es/n32/atlas/029.jpg
Fuente: http://sites.google.com/site/historiaweb2/politicavisigoda.png
Fuente: http://image.slidesharecdn.com/hispaniayvisigodos
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