Saltar la navegación

1.3. El Mesolítico

Es el periodo de transición en el que se inician los cambios hacia la gran revolución neolítica. Las glaciaciones desaparecen y la climatología se asemeja cada vez más a la actual. Con las nuevas condiciones ambientales, la flora y la fauna cambian y el hombre busca nuevas fuentes de subsistencia. La sequía lo fuerza a cambiar hábitos de vida, a trabajar más en grupo y en actividades nuevas y más especializadas para complementar la escasez de alimentos impuesta por el clima, pues los animales y la vegetación son ahora escasos y de menor tamaño.

Los diferentes pueblos mesolíticos se localizan en las costas cantábrica, atlántica y mediterránea. Siguen siendo nómadas aunque algunas de sus actividades económicas les permiten, cada vez más, asentamientos permanentes.

EL ARTE MESOLÍTICO

El arte rupestre de esta época, localizado fundamentalmente en el Levante peninsular, relata una forma de vida distinta a la paleolítica. No aparece pintado en cuevas, sino en pequeños abrigos o concavidades de la roca, a cielo abierto y a la vista de todos. Ahora se trata de grandes conjuntos de animales y personas que forman escenas de caza, de recolección, y algunas otras con rituales de interpretación más compleja. Son pinturas monocromas, que huyen del naturalismo pero buscan la expresividad y el realismo a través de la esquematización.

Los abrigos más famosos los encontramos en Valltorta (Castellón), en Cogull (Lérida), y en Alpera y Minateda (Albacete).

Danza ritual, Roca dels Moros 
Cogull, LLeida
Fuente: www.kalipedia.com

Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 4.0