4.2. Roma
Derrotado el imperio cartaginés y ante la posibilidad de dominar el Mediterráneo el Senado decide continuar la expansión por el resto del continente europeo. La segunda guerra púnica ofrece el lugar y el momento propicios: las costas españolas sometidas por Publio Cornelio Escipión. FASES DE LA CONQUISTA ● Primera etapa (206 a.C.–195 a.C.). Roma intenta consolidar el territorio conquistado durante la segunda guerra púnica y atraerse a la población indígena con la que había hecho pactos en su lucha contra los cartagineses. La parte conquistada se divide en dos grandes provincias: la Hispania Citerior y la Hispania Ulterior. Las provincias quedan en manos de procónsules, o pretores. La primera provincia tendrá su capital en Cartago Nova y la segunda en Córduba. ● Segunda etapa (195 a.C.–133 a.C.). Roma envía al cónsul Marco Catón para reprimir las revueltas surgidas en la primera etapa. Como consecuencia, se producen dos grandes enfrentamientos. Uno en la provincia Citerior con la oposición de los celtíberos, que acaba con la destrucción de la mítica Numancia (133 a.C.) por el cónsul Escipión Emiliano tras una espectacular resistencia. Otro en la provincia Ulterior con los lusitanos que, al mando de Viriato, mantienen en jaque a los ejércitos de Roma. Solo la traición y el asesinato de su caudillo (139 a.C.) por sus propios generales permite acabar con la resistencia. ● Tercera etapa (133 a.C.– 29 a.C.). Las conquistas se llevan hasta la cordillera cantábrica, pero el ritmo disminuye a causa de las guerras civiles, algunos de los enfrentamientos entre estos dos grupos rivales se dan en la Península. ● Cuarta etapa (29 a.C.– 19 a.C.). Acabado el periodo republicano, el primer emperador romano, Octavio Augusto pretende finalizar las guerras de conquista (Pax Augustea), establecer unos límites naturales (el mar Cantábrico aquí y en el este los ríos Rhin y Danubio) y dedicarse a su reorganización. Dentro del plan decide dominar definitivamente la Península y derrota a cántabros y a astures, para dividir seguidamente la Península en tres provincias: la Tarraconense (antes Hispania Citerior), la Baética y la Lusitania (antes Hispania Ulterior) LA ROMANIZACIÓN Paralela a las conquistas se produce la romanización, que es el resultado del proceso global por el que Roma organiza los territorios que va conquistando. Para ello, copia las estructuras romanas, sociales, políticas, religiosas, culturales, etc y las adapta a las nuevas provincias, aunque con jerarquía inferior a la de Roma, para que los nuevos territorios queden subordinados al imperio. ● Sus bases. El proceso de la romanización se fundamenta en tres aspectos esenciales: ○ El Latín, como lengua única, que se impone a todos los habitantes. ○ El Derecho romano que rige las relaciones públicas y privadas aunque nunca lo haga en plan de igualdad. ○ La religión, politeísta, que actúa como elemento unificador porque admite sin dificultad a todos los dioses prerromanos. ● Las vías. Los medios por los que la romanización penetra en la Península son: ○ El ejército. ○ La ciudad. ○ Las calzadas. ● Consecuencias de la romanización en la Península ○ En la economía, se desarrollan aquellos sectores que benefician a Roma. Además se impone la propiedad privada, se utiliza la mano de obra esclava para algunos sectores y se impulsa una economía de tipo colonia ► La agricultura desarrolla la trilogía mediterránea (cereales-vid-olivo). Los avances técnicos, como el arado romano, la trilla con ruedas, la rotación de cultivos y el regadío, favorecen la producción. ► La minería es primordial y se centra en la extracción de los metales preciosos, oro (NO, Río Tinto y Sierra Morena), plata (Cartagena y Linares), cobre (Río Tinto), estaño (NO y Río Tinto), plomo (Cartagena y Ciudad Real), cinabrio y mercurio (Almadén). ► El comercio, sobre todo el exterior de productos de lujo y de materias primas que aventaja al puramente local. ○ En la sociedad, se introducen la familia patriarcal y la propiedad privada. La población se divide en libres, esclavos y libertos. ○ En la política, la administración romana implanta en Hispania sus magistraturas con un nivel jerárquico inferior al romano. Las hay de dos tipos: provinciales y municipales. ► Provinciales, que se diferencian en senatoriales e imperiales. ► Municipales, siguen en las ciudades el modelo de la capital. EL ARTE HISPANORROMANO. Es causa y efecto de la romanización. Todos los modelos se importan desde la capital y son pocas las aportaciones que hace el indigenismo hispánico. ● Arquitectura. En general de ámbito urbano, comparte pragmatismo y propaganda. Destacan las obras de ingeniería, que no olvida el aspecto artístico ni su destino: murallas, puentes, acueductos, o la red de carreteras. ● Escultura. Representa a dioses, a emperadores y a miembros del orden senatorial. ● Mosaico. Se encuentra en los suelos de las mansiones más ricas y representa escenas cotidianas y mitológicas. LA RELIGIÓN CRISTIANA. Se propagó por la Península desde el tercer tercio del s. I. Cuando en el siglo III el cristianismo penetró en las capas bajas de la sociedad, el Estado inició su persecucción con el pretexto de que negaba el culto al Emperador. Muchos cristianos fueron ajusticiados en Hispania. En el 313 (Edicto de Milán), el emperador Constantino permitió la libertad de culto a los cristianos y, en el 380 (Edicto de Tesalónica), el emperador Teodosio decidió hacerla religión oficial del Estado, por lo que el cristianismo se extiende por las zonas más romanizadas y a todas las capas de la sociedad. LA CRISIS DEL MUNDO ROMANO. Durante el siglo III un periodo de crisis sucesivas sacudió al Imperio y lo llevó a su escisión en el año 395. A partir de ella se distingue entre el Imperio de Oriente y el de Occidente. El final de este último se produjo con la deposición de Rómulo Augústulo, que tuvo lugar en el año 476. La causa que desencadena la crisis es la extensión extraordinaria alcanzada en esta época por el Imperio, que resultaba enormemente difícil y costoso de gobernar. Por ello fue necesario paralizar las conquistas (Pax Augustea). Esto provocó la escasez de esclavos que se obtenían en las guerras y, por consiguiente, el descenso de la actividad económica que utilizaba esta mano de obra. Cuando empiezan a faltar los recursos, el emperado no puede pagar a sus ejércitos y pierde el control sobre las provincias hasta el punto de que el propio ejército llegó a designar la sucesión en el Imperio. Tampoco puede atajar las revueltas sociales que, debido a la crisis económica, se extienden por todas partes. Las consecuencias de este proceso afectaron fundamentalmente a las ciudades que se abandonan. Las grandes familias se retiraron a sus posesiones rurales –villae–, a vivir de ellas y a obtener la seguridad que el Estado no les ofrecía. A estos problemas internos se añade uno externo: en el limes (frontera oriental constituida por los ríos Rhin y Danubio), los pueblos germánicos que llevaban tiempo intentando pasar al Imperio ya no pueden ser rechazados por falta de dinero y de ejércitos. Algunos aprovechan el momento de debilidad y entran por la fuerza, pero otros lo hacen como aliados. Estas correrías de los pueblos bárbaros alcanzarían nuestra península en el año 409. Más tarde, uno de estos pueblos germanos, el visigodo, se haría con el poder político peninsular. |
Conquista de HispaniaFuente: https://www.google.es/blog.educastur.es Mapa de las principales calzadas romanasFuente: https://Fwww.wikivia.org Acueducto de segoviaFuente: https://www.google.es/enclasedearte.wikispaces.com Sociedad romanaFuente: http://www.profesorenlinea.cl/universalhistoria/Roma/SociedadRomanaMC.html La romanizaciónFuente: https://youtu.be/94ajY6uTBk La crisi del siglo IIIEducatinaFuente: https://youtu.be/bVHWGIElSAQ |
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