3.2. Culturas meditarráneas: colonizaciones de fenicios y griegos
La aparición en el Mediterráneo de la tecnología del hierro y de unas formas de vida distintas, se debe a dos pueblos comerciantes, los fenicios y los griegos. Estos se establecen en la Península en pequeñas colonias o factorías y, junto con sus productos comerciales, transmiten una cultura en la que destaca el uso de la escritura y de la moneda, que diferenciará a los pueblos costeros de los del interior. LOS FENICIOS. Se trata de un pueblo organizado en ciudades-estado independientes dedicadas al comercio marítimo. Procedentes de las costas de Siria y Líbano, en torno al s. XII a.C. se establecieron en la costa mediterránea peninsular desde Alicante hasta Huelva, aunque esporádicamente comerciaron también en la costa norte levantina y catalana. ● Tartessos. La zona de la Península Ibérica en la que se instalan los fenicios forma parte de la civilización tartésica. Por lo que se deduce de las fuentes arqueológicas es que se trató de un Estado cuyos límites costeros se sitúan entre Cartagena y el sur de Portugal, y que por el interior se adentró hasta el valle del Guadalquivir y Extremadura. Su población se dedicaba a la agricultura, a la ganadería, a la pesca y a la industria de salazones, así como a la minería, actividad en la que utilizó mayoritariamente esclavos. Fue un pueblo culto que conocía la escritura y que tenía un alfabeto propio. LOS GRIEGOS. Se trata de un conjunto de pueblos que ocupaban la costa y las islas del mar Egeo. Organizados en polis, fundaron colonias por todo el Mediterráneo como cabezas de puente para extender su comercio por este mar. Fócea fundó una de ellas en Massalia (Marsella) y posteriormente en Rosas y en Ampurias (Girona) y después la influencia griega se extendió hasta ● El pueblo ibérico. Esta denominación –junto a la de Iberia usada por los griegos–, corresponde a un conjunto de pueblos establecidos en la cuenca mediterránea, desde el sur de Francia hasta Andalucía, con extensiones al borde de la meseta y a los valles del Ebro y del Guadalquivir. En ellos se encuentran algunos rasgos procedentes de estos últimos pueblos colonizadores, como son: ○ Una agricultura muy desarrollada basada en la trilogía mediterránea, trigo–vid–olivo; una ganadería que conoce la trashumancia; y una artesanía en la que destaca la alfarería a torno ○ Una sociedad muy estratificada y jerarquizada en la que no falta la servidumbre. ○ Una estructura política organizada en torno a ciudades–estado independientes. ● Los celtíberos. La coincidencia territorial de las culturas celta e ibera dio lugar a una serie de pueblos llamados celtíberos, localizados en la zona oriental de la submeseta norte. Fueron pueblos guerreros que, como Numancia, tendrán un protagonismo especial cuando Roma intente conquistar la zona. |
Mapa de los pueblos prerromanosFuente: http://ocw.unican.es/humanidades/historia-antigua-de-la-peninsula-iberica/seminarios/mapa-de-los-pueblos-prerromanos |
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 4.0