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1.1. Los aminoácidos

Los aminoácidos son los monómeros o unidades estructurales que, enlazados entre sí, dan lugar a gran número de proteínas distintas.

Los aminoácidos se caracterizan por la presencia de un átomo de carbono llamado carbono α al que se hallan unidos:

Fórmula general de un aminoácido

  • Un grupo carboxilo (–COOH).
  • Un grupo amino (–NH2).
  • Un átomo de hidrógeno (H).
  • Una cadena lateral (R).
Fórmula general de una aminoácido (fuente ASH).
 

Con una sola excepción —cuando R es un átomo de H— el carbono α es asimétrico, pues tiene sus cuatro valencias unidas a radicales diferentes; por tanto, los aminoácidos son ópticamente activos y presentan estereoisomería.

Todas las proteínas están formadas por la repetición de únicamente 21 aminoácidos (22 en ciertos procariotas) denominados proteinogénicos, o por derivados de éstos —como la hidroxiprolina o la N-formilmetionina—. Sin embargo, en la naturaleza se han identificado hasta 150 aminoácidos o derivados de aminoácidos (véase el recuadro siguiente “Aminoácidos no proteinogénicos”).

Aminoácidos no proteinogénicos

Además de ser las unidades básicas de las proteínas, existen aminoácidos no proteinogénicos que desempeñan funciones biológicas muy importantes. Algunos actúan como neurotransmisores, participando en la transmisión del impulso nervioso; son ejemplos el ácido aminobutírico (derivado del ácido glutámico) y la dopamina o la noradrenalina (ambos derivados de la tirosina). Otro derivado de la tirosina, la tiroxina, segregada por la glándula tiroidea, tiene acción hormonal. La histamina (derivado de la histidina) actúa como hormona local y, como veremos en la Unidad 10, está implicada en la respuesta en ciertos procesos alérgicos. Existen otros aminoácidos no proteínicos como la ornitina, la citrulina y la homocisteína, que desempeñan importantes funciones metabólicas.

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