Clasificación de los animales
Es característica de los animales su capacidad de desplazamiento, al menos en alguna etapa de su ciclo vital. En consonancia con ello, suelen mostrar desarrollo de tejidos y órganos sensoriales y nerviosos muy especializados.
Mientras que las plantas viven fijas al sustrato y absorben los nutrientes del aire (o agua) y del suelo, los animales presentan una extraordinaria variedad de formas de alimentación tanto por el tipo u origen del alimento como por la forma de capturarlo.
Todos se reproducen sexualmente, aunque algunos exclusivamente por partenogénesis. El desarrollo embrionario responde a diferentes modelos y es uno de los criterios utilizados en su clasificación.
La clasificación se realiza atendiendo a caracteres como:
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Desarrollo y diferenciación de tejidos y órganos. Sólo los poríferos carecen de verdaderos tejidos pero, a diferencia de los protozoos coloniales, sí poseen células diferenciadas.
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Simetría corporal, que puede ser radial, como en los cnidarios o en los equinodermos (en estos es secundaria) o bilateral, en la mayoría.
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Número de capas embrionarias: diblásticos, si tienen dos capas, o triblásticos, si tienen tres.
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Presencia de una cavidad corporal o celoma. Hay animales acelomados, que carecen de tal cavidad, pseudocelomados, que desarrollan una cavidad incipiente, y celomados, que poseen una cavidad llena de líquido en que se alojan los órganos internos del animal.
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Destino del blastoporo, que puede dar lugar a la boca en los protóstomos o al ano en los deuteróstomos:
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