Saltar la navegación

Ciclo argonáutico

El ciclo de los Argonautas pone en relación la ciudad tesalia de Yolco con la beocia de Orcómeno (ambas habían sido habitadas por la antigua tribu de los minias), así como con Corinto.

En Orcómeno si sitúa el mito del Vellocino de oro. El rey Atamante tuvo de Néfele (nube) dos hijos, Frixo y Hele. Por indicación de su segunda esposa, Ino, los dos hijos de su anterior matrimonio debían ser sacrificados a Zeus Lafistio para alejar la infecundidad de las tierras. Néfele arrebató a sus hijos llevándoselos por los aires en un carnero de vellones de oro, enviado por Hermes. La niña Hele cayó en el estrecho conocido después con el nombre de Helesponto, pero Frixo llegó a Eea y allí sacrificó, en su lugar, el carnero a Zeus Lafistio. El vellón del carnero lo colgó en la selva de Ares, custodiado por un dragón. En Eea reinaba Eetes, hijo de Helio y de la oceánide Perse, hermano de Circe, Pasífae y Perses; había reinado previamente en Corinto, de donde tuvo que emigrar.

En Yolco, reinaba Pelias, hijo de Posidón y Tiro, que había arrebatado el reino a su hermano Esón, hijo de Creteo y Tiro. Jasón, hijo de Esón, estaba bajo la tutela de su tío Pelias. Fue educado por el centauro Quirón. Durante su ausencia, Pelias había consultado el oráculo que le advirtió que se cuidara del viajero que llegara a Yolcos calzado con una sola sandalia.

Jasón, en el viaje de vuelta a su patria, al cruzar el río Anauro, había perdido una sandalia. Pelias temió que le arrebatara el reino y lo envió en busca del Vellocino de oro, con la esperanza de que Jasón pereciera en la empresa. Construyó un gran barco, llamado Argo (veloz), reunió un gran número de héroes y puso rumbo a la Cólquide. En Calidonia, en el Bósforo, Pólux, uno de los dioscuros, tuvo que vencer en un pugilato al salvaje Ámico que custodiaba una fuente a la que prohibía la entrada a los marineros. Al otro lado del Bósforo, encontraron al ciego adivino Fineo martirizado por las Harpías, que le robaban y ensuciaban la comida. Zetes y Calais, hijos de Bóreas, las persiguieron y las expulsaron para siempre. Fineo les enseñó a los Argonautas la forma de evitar las Simplégadas, rocas que entrechocaban, cuando las naves pasaban a través de ellas, y las destruían. Finalmente, Jasón llegó a la Cólquide y pidió a Eetes el Vellocino de oro. Eetes no rehusó la petición, pero le puso la condición de que pusiese el yugo a dos toros que despedían fuego por sus ollares (fosas nasales), arase un campo y sembrase algunos dientes del dragón de Cadmo. Jasón con la ayuda de Medea, hija de Eetes, realizó la tarea y se apoderó del Vellocino de oro. Se hizo a la mar acompañado de Medea con el Vellocino de oro, pero perseguido por Eetes. Medea mató a su hermano Apsirto y esparció sus miembros para que su padre se entretuviese en recogerlos.

De vuelta a Yolco se desposó con Medea. Para vengarse de Pelias que había exterminado la familia de Jasón en su ausencia, Medea convenció a las hijas de Pelias, excepto a Alcestis (en la tragedia Alcestis de Eurípides se trata un mito sobre ella), para que descuartizaran y cocieran a su padre, con la promesa de que ella lo resucitaría rejuvenecido. Una vez cometido el crimen, Medea no cumplió su palabra. Jasón y Medea fueron perseguidos por Acasto, hijo de Pelias. Llegaron a Corinto desterrados. Allí Jasón se enamoró de Glauce, hija de Creonte, rey de Corinto. Medea (tema de la Medea de Eurípides) mató a su rival y a Creonte con un regalo que envió a la novia por medio de sus hijos; y, por venganza contra Jasón, mató a sus hijos y salió huyendo de Corinto en un carro tirado por dragones en dirección a Atenas.

Actividad de lectura

Señala en el mapa los lugares relacionados con el mito de los argonautas.

Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 4.0