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Palabras patrimoniales

Las palabras griegas llegan a las lenguas romances la mayoría de las veces por una derivación indirecta, es decir, se trata de palabras que el latín aceptó del griego y que luego heredaron del latín las lenguas romances. Sufren en cada lengua las alteraciones fonéticas normales de las palabras heredadas y las llamamos palabras patrimoniales.

Así, por ejemplo:

  • la palabra griega ἀμφορεύς (literalmente, ‘que puede llevarse por dos lados’, aludiendo a sus dos asas, cf. ἀμφί ‘a uno y otro lado’ y φορέω ‘llevar’) pasó al latín como amphora.
    • Del latín la heredó el español en época antigua, como ánfora,
    • el francés la hereda como amphore.
    • en inglés amphora
  • la palabra griega σχολή,pasa al latín como schŏla y de ahí sufre la evolución normal:
    • aparición de e inicial y paso de o breve tónica interior a ue en español escuela
    • aparición de e inicial y pérdida de ‑s- en francés école.
    • en inglés también aparece esta palabra como school.

Hay un tipo de helenismos que no nos han llegado a través del latín, sino del árabe. Ejemplos de estas palabras patrimoniales pasadas por el árabe son los siguientes:

  • alambique que procede del árabe  al-inbiq la que, a su vez, está formada por el artículo árabe al y la palabra griega ἄμβιξ ‘alambique’;
  • quilate, procedente del árabe qirat a su vez procedente de gr. κεράτιον (una pequeña unidad de peso);
  • alcaparra, que no es otra cosa sino una palabra griega (κάππαρις) precedida del artículo árabe al-. En inglés caper y en francés câpre encontramos el derivado sin artículo árabe.

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