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Cultismos

Otras veces el camino de la palabra es un poco más complicado. El latín la adopta del griego, pero el español la toma del latín, en una época en que ya el latín no se hablaba, a través de variedades cultas de la lengua, como puede ser la lengua de la iglesia, la del derecho o la de la medicina.

A las palabras que entran de esta forma en español las llamamos cultismos y se caracterizan porque no sufren las alteraciones normales del paso del latín al español, sino mantienen mayor semejanza con la palabra latina original.

A menudo el cultismo coexiste con la palabra patrimonial, manteniendo o no significados distintos. Citaremos un par de ejemplos:

  • En griego se llamaba ἡμικρανία al dolor producido en la mitad de la cabeza y se formaba con ἡμι- ‘mitad’ y κράνιον ‘cráneo’. La medicina nos ofrece un cultismo en la forma hemicránea, con el que coexiste la palabra patrimonial migraña.
  • En cuanto a griego παραβολή significaba ‘comparación’, literalmente ‘lo que se echa (βάλλω) junto a (παρά)’. El latín hereda el término como parabola, que pasa al español como términos patrimoniales en el sustantivo palabra y en el verbo parlar, y al francés en el sustantivo parole y en el verbo parler. Pero la lengua de la iglesia mantiene el sentido antiguo para referirse a las parábolas de Jesucristo, y utiliza el cultismo parábola, francés parabole.

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