La sinapsis
Como hemos visto en el apartado anterior, el impulso nervioso se propaga a lo largo de toda la membrana neuronal, pero ¿cómo pasa de una célula a otra?
Cuando el impulso alcanza el extremo de un axón, se transmite a otra neurona o a un efector a través de una estructura de comunicación sin contacto denominada sinapsis.
En el extremo final del axón de la llamada neurona presináptica, la que ha recibido el impulso nervioso, se están sintetizando de manera continua unas moléculas específicas denominadas neurotransmisores, que son almacenadas en unas diminutas vesículas sinápticas. Cuando el impulso nervioso llega a esa zona, estimula la secreción de los neurotransmisores al angosto espacio, denominado hendidura o brecha sináptica, localizado entre dos neuronas consecutivas; los neurotransmisores pueden alcanzar así a la membrana de la siguiente neurona, denominada neurona postsináptica.
Una vez que los neurotransmisores alcanzan la membrana plasmática de las dendritas o del cuerpo de la neurona postsináptica se unen a receptores específicos que provocan la apertura de canales iónicos, induciendo frecuentemente una nueva despolarización que se transmite a lo largo de la segunda neurona, según el proceso anteriormente descrito. Seguidamente, el exceso de neurotransmisor presente en la hendidura sináptica es destruido por enzimas o recaptado hacia las vesículas sinápticas (determinadas sustancias químicas, como algunos insecticidas y otros venenos, inhiben la acción de las enzimas que degradan los neurotransmisores, produciendo una excitación continua en la membrana postsináptica, que determina contracciones incontroladas, espasmos e incluso la muerte).
También puede suceder que el neurotransmisor inhiba la despolarización de la membrana postsináptica, produciendo una hiperpolarización; en este caso actúan los canales para el cloro.
Esta comunicación entre neuronas se denomina sinapsis química. En algunos invertebrados las terminaciones neuronales se aproximan mucho y hay una transmisión directa del impulso nervioso (sinapsis eléctrica), aunque en la mayoría de las sinapsis el espacio sináptico es demasiado grande y la sinapsis ha de ser química (mediante neurotransmisores).
¿Sabías que...?
La acción de las drogas en el cerebro tiene que ver con los neurotransmisores. Unas suplantan a los neurotransmisores naturales y ocupan su lugar en los receptores sinápticos, como la nicotina que imita a la acetilcolina. Otras provocan el aumento en la secreción de uno o más neurotransmisores naturales; así actúa la cocaína, que incrementa la producción de dopamina. Por fin, algunas inhiben la acción de un neurotransmisor natural bloqueando sus receptores, como hace el alcohol con los receptores de glutamato (NMDA).
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