1.1. El territorio musulman
● La invasión y el asentamiento La entrada de los musulmanes en la Península fue rápida y encontraron poca resistencia en el resto de la población, con la que se establecieron pactos a cambio de algunos impuestos sobre las tierras y sobre las personas. Después de recorrer la Península siguiendo las vías romanas, decidieron permanecer en ella y crearon un valiato –o provincia–, dependiente del Califato Omeya de Damasco. Algunos valíes intentaron penetrar en Francia, pero la derrota a manos de Carlos Martel en Poitiers en el año 732, les obligó a asentarse en la Península. Después de Tariq –militar que dirigía las tropas que cruzaron el Estrecho– otros valíes se sucedieron en el gobierno de este territorio, que llamarían Al Ándalus. ● El Emirato independiente (756-912). Abd Al Rahman I, perteneciente a la familia de los Omeyas, se hace con el poder peninsular y crea un emirato independiente de Bagdad con capital en Córdoba. Las revueltas sociales y étnicas se repiten con los emires que le suceden, en especial en las fronteras. Le siguen Abd Al Rahman II y Muhammad I, que adoptan uina serie de medidas encaminadas a consolidar el poder del Estado, del ejército de la sociedad y de las fronteras. ● El Califato. Abd Al Rahman III (912-961) Abd Al Rahman es un emir que se autoproclama califa en el 929, lo que significa su independencia total del Califato de Bagdad. Con todos los poderes en su mano, político, militar y ahora religioso, se dedica a afianzar el poder central, maltrecho por las sucesivas rebeliones de los dos siglos precedentes. Tras un periodo de paz bajo el gobierno de Alaken II, su sucesor, Hixen II (976-1013), deja las riendas del poder en manos de su hachib Almanzor que rrasa desde Barcelona hasta Santiago de Compostela con dos campañas anuales en once años. Muerto Almanzor en 1002, sus hijos continuaron su política. Pero en 1031, con el apoyo de los reyes cristianos, una conjura de grupos bereberes a los que el califa había concedido señoríos, depuso al último de ellos, Hixam III, y se divide el califato en reinos de taifas. ● Sociedad, economía y cultura musulmanas hasta mediados del siglo XI La sociedad de Al Andalus tiene dos grupos: conquistadores y conquistados. Entre los primeros se encuentran los árabes y los bereberes. A estos se suman los esclavos, llamados eslavos por su origen europeo. Entre los conquistados están los muladíes, convertidos al Islam, y los mozárabes con credo cristiano, lengua, costumbres y formas de organización propias –huirán a los reinos del norte en momentos de intransigencia religiosa–. También existe un importante núcleo de judíos, aceptados por ser gentes del libro dedicados a múltiples actividades. La economía de estos siglos se centra en tres elementos fundamentales: ○ La agricultura, que sigue los modelos hispanogodos, y la ganadería lanar queda en manos de los bereberes. ○ La ciudad, que desarrolla la artesanía en calidad y cantidad. ○ La moneda que acuña el Estado tiene valor y reconocimiento internacional, (monedas de oro –dinares– y de plata –dirhemes). La cultura está ligada a Oriente y a la influencia del Corán, fuente fundamental de la religión y del derecho musulmán. Se desarrollan las ciencias, las matemáticas, la medicina, la poesía, la historia y la geografía. El arte fusiona elementos peninsulares nativos con las nuevas necesidades islámicas. La mezquita de Córdoba y el Palacio de Medina Azahra, así como la mezquita de Bab Al Mardum, en Toledo, son ejemplos del arte califal de repercusión duradera. |
Autor: profesorunratFuente: https://youtu.be/95FGV2NmoioAutor: profesorunratFuente: https://youtu.be/95FGV2Nmoio |
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