Introducción
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| Escólex, cabeza o porción cefálica de una tenia con sus ventosas y ganchos, que le sirve para anclarse a las paredes intestinales de sus huéspedes. Carece de aparatos circulatorio y digestivo. Se alimenta absorbiendo los nutrientes a través de la piel. |
Al igual que el resto de seres vivos, los animales deben tomar del medio las sustancias necesarias para el mantenimiento y renovación de sus estructuras, así como para la obtención de la energía que necesitan para realizar sus funciones. Esas sustancias reciben el nombre de nutrientes y el conjunto de procesos implicados en su obtención, procesamiento, utilización y eliminación de residuos, entre otros, se conoce como nutrición. En este tema veremos los diferentes sistemas y aparatos implicados en esos procesos: digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor.
Como organismos heterótrofos que son, los animales necesitan tomar de su medio materia orgánica producida por otros seres vivos autótrofos o heterótrofos. Esta materia, tanto líquida como sólida, que en general denominamos alimento, debe ser transformada para extraer de ella los nutrientes básicos que provean a las células de materia prima para poder crecer, reproducirse y reparar sus estructuras, así como de combustible para obtener la energía que necesitan para realizar sus funciones. De esta transformación se ocupará el aparato digestivo.
Los nutrientes absorbidos en la digestión han de ser repartidos por todos los tejidos del organismo para su utlización por las células. De ello se ocupará el aparato circulatorio, junto con el aporte del oxígeno necesario para obtener energía en la respiración celular. También se va a ocupar de retirar las sustancias de desecho del metabolismo celular para conducirlas hasta los órganos encargados de su eliminación al exterior: aparato respiratorio y aparato excretor.
La energía contenida en las biomoléculas que llegan como nutrientes a las células se extrae en un proceso llamado respiración celular que utiliza esas biomoléculas como combustible y el oxígeno tomado del medio gracias al aparato respiratorio, como comburente.
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