2. Física y química de los fenómenos biológicos
La teoría celular gozó en general de una favorable acogida, aunque muchos pensaban que la célula era demasiado complicada como para considerarla la auténtica “unidad de vida”. Las células podían considerarse como los ladrillos de los seres vivos, pero empezó a cobrar un creciente interés averiguar de qué estaban hechos.
En 1895 se identificó una fina envoltura que rodeaba a todas las células, la membrana plasmática, formada por sustancias similares a los aceites vegetales; al resto de la célula, exceptuando el núcleo, se aplicó el término citoplasma (del griego kytos, “recipiente”, y plăsso, “dar forma”). Su estructura presentaba fuertes heterogeneidades descritas, según la ocasión, como gránulos, fibras o alvéolos; pero hasta después de la Segunda Guerra Mundial no hubo manera de averiguar si se trataba de objetos reales o de artefactos atribuibles a la tinción.
Obra publicada con Licencia Creative Commons Reconocimiento No comercial Compartir igual 4.0