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6. El nacimiento del Estado de Israel

En 1947 la ONU propuso la partición del territorio de Palestina en dos estados diferentes, uno judío, y, otro árabe; pero a los palestinos, más numerosos, les adjudicó una superficie más pequeña (el 45 % del territorio) y separada en tres zonas discontinuas, en la mayor de las cuales quedó Jerusalén.  Los judíos, en cambio, recibieron un territorio continuo con una amplia fachada abierta al Mediterráneo y otro acceso al golfo de Akaba en el mar Rojo que era una ruta petrolera de primer orden.

El 14 de mayo de 1948, antes de que finalizara el mandato británico, Ben Gurion proclamó el Estado de Israel siguiendo el modelo parlamentario occidental.

Egipto, Líbano, Transjordania (Jordania) e Irak declararon la guerra a Israel e invadieron su territorio en defensa de los derechos de los palestinos. Los problemas de liderazgo que tenían los árabes dieron a los judíos, contra todo pronóstico, la primera de cuatro victorias resultado de otras tantas guerras posteriores y les permitió extender sus fronteras por el sur del Líbano, ocupar parte del terreno de Cisjordania y tener acceso a Jerusalén.

Para resolver el conflicto, la ONU decidió acabar con el Estado palestino y entregó Gaza a Egipto y Cisjordania a Jordania, para que fueran administradas por los respectivos países. Con esta decisión los árabes perdían definitivamente la esperanza de tener su propio Estado en Palestina y se creaba un foco de tensión permanente en una zona ya de por sí conflictiva por sus recursos petrolíferos.

 A continuación, se publicó la Ley de Retorno que concedía a los judíos de todo el mundo el derecho a instalarse en Israel; mientras, más de un millón de árabes fueron expulsados de Palestina.

Autor: José Antonio Hernández

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