1.3. El frente de Europa Occidental (1939-1941)

Después de repartirse Polonia entre Alemania y la URSS, ésta última invadió Finlandia en noviembre y, en los meses siguientes, Estonia, Letonia y Lituania. Por su parte, A. Hitler, en abril de 1940 entró sin resistencia en Dinamarca y Noruega; y, desde allí, el 10 de mayo, invadió Holanda y Bélgica en un arrollador avance de las divisiones acorazadas apoyadas por la aviación y por la infantería. El ejército francés fue sorprendido en la batalla de las Ardenas.

A principios de junio fuerzas francesas y británicas tuvieron que abandonar la costa del Canal de la Mancha y los ingleses se retiraron precipitadamente en Dunkerque dejando todo su armamento pesado. El día 14 los alemanes ocupaban París y, el 22, una Francia derrotada firmaba el armisticio y aceptaba quedar dividida en dos zonas: la atlántica, bajo ocupación alemana, y la del sur y este, teóricamente libre, con la ciudad de Vichy como sede del gobierno. Su gobierno fue presidido por el mariscal Henri-Philippe Pétain, héroe de Verdún durante la Primera Guerra Mundial.

Entre julio y octubre, Alemania y Gran bretaña se enfrentaron sobre el Canal de la Mancha en la Batalla de Inglaterra donde Gran Bretaña contó con la ventaja del radar, lo que determinó que la RAF fuera superior a la Luftwaffe y que Hitler pospusiera la invasión de la isla. A pesar de que los alemanes nunca llegaron a desembarcar, la aviación causó importantes destrozos en las industrias inglesas y en ciudades como Londres y Coventry.

En abril de 1941, Alemania ocupó Grecia y Yugoslavia, y Bulgaria se alió con el Eje. Los nazis dominaban desde el río Vístula hasta la costa atlántica de Francia y desde el cabo Norte hasta el Mediterráneo. En esa zona Hitler impuso el orden nazi con la pretensión de construir una Nueva Europa dependiente de Berlín y de emprender una cruzada contra el comunismo bolchevique.