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Organización pluricelular en los animales

La anterior clasificación de los tejidos animales, como casi todas las clasificaciones, provoca una cierta insatisfacción por su naturaleza un tanto idealizada, sobre todo cuando se examinan tejidos reales. Por ejemplo, el tejido muscular que se presenta en cualquier preparación consiste en una mezcla de fibras musculares puras y de tejido conectivo. Algo parecido ocurre con el tejido nervioso.

Los tejidos fundamentales, pues, aparecen intrincadamente mezclados, agrupándose en órganos capaces de desempeñar una función concreta. La piel, por ejemplo, que es el órgano de mayor tamaño del cuerpo humano, está formada por tejido epitelial y conectivo junto con millones de terminaciones nerviosas; entre sus principales funciones se encuentran la de constituir una barrera contra organismos patógenos, amortiguar los impactos ocasionados por las variaciones del medio (cambios de temperatura, pérdida de agua) y servir de intermediario entre el animal y su entorno.

La formación de órganos tiene lugar paralelamente a la diferenciación de los tejidos animales durante el desarrollo. La división del trabajo, dentro de un órgano, se realiza según la especialización de sus tejidos. Así, los tejidos conjuntivos mantienen la forma y posición de los órganos y sostienen los vasos sanguíneos y nervios que entran o salen de él, los epiteliales se encargan de la secreción o absorción de sustancias, los musculares de su movimiento…

A su vez, los órganos pueden actuar concertadamente para desempeñar funciones especiales, dando lugar a sistemas (cuando presentan similar estructura y constitución) y aparatos (si los órganos que lo integran son constitucional y estructuralmente distintos entre si). Siguiendo con el ejemplo anterior, la piel y las capas inferiores (que incluyen varios tipos de tejidos: conectivo, glandular, muscular…, así como vasos sanguíneos), se agrupan constituyendo el sistema tegumentario. La asociación de todos estos tejidos hace que su función primaria, la protección del organismo, sea mucho más eficaz.

La variedad y complejidad de los órganos en los animales es mucho mayor que en los vegetales por lo que, a diferencia de lo que ocurría en estos, no es posible establecer un modelo general de organización del tipo raíz, tallo y hojas. Los aparatos y sistemas que realizan las funciones básicas en los animales son:

  • Nutrición: aparatos digestivo, respiratorio, circulatorio y excretor.

  • Relación: sistema nervioso, endocrino y aparato locomotor (sistema muscular y esquelético).

  • Reproducción: aparato reproductor.

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