Para practicar...

Retroalimentación

La reproducción sexual requiere, en primer lugar, la fecundación –facilitada por la motilidad de uno de los gametos, el espermatozoide– y, a continuación, el desarrollo embrionario del cigoto, para lo cual se necesitan reservas alimentarias capaces de producir energía y materiales para el embrión. Estas son aportadas por el óvulo.

Retroalimentación

No, ya que no todos sus gametos son genéticamente idénticos (recordemos que éstos se obtienen por meiosis durante la cual tiene lugar el sobrecruzamiento y la recombinación genética, que originan un gran número de gametos diferentes).

Retroalimentación

La paradoja es solo aparente, y deriva de nuestros prejuicios acerca del significado de las diversas etapas del ciclo vital: tendemos a considerar a los adultos como la culminación del desarrollo, mientras que las etapas inmaduras serían como adultos subdesarrollados e imperfectos; una fase que entraña riesgo y que hay que superar lo antes posible. La selección natural, en este esquema, tendería a potenciar la supervivencia en el estado adulto, que es cuando el animal se reproduce. Pero en el caso de las efímeras, como en el de muchos insectos, la alimentación –y la supervivencia– se dan solo en el estadio larvario, mientras que la reproducción es exclusiva del adulto. La fase larvaria ha de tener mayor duración, para permitir al animal asimilar la suficiente cantidad de nutrientes como para que tenga lugar la reproducción; el estadio adulto solo necesita durar el tiempo necesario para la fecundación y la puesta de huevos.

Retroalimentación

Una posible hipótesis es la siguiente. Una vez que el adulto es mucho mayor que un isogameto, a algunos individuos les compensará más producir un número pequeño de gametos grandes que un número grande de gametos pequeños, porque un gameto grande (esto es, un óvulo), tras fusionarse con uno pequeño (un espermatozoide), tiene muchas más posibilidades de sobrevivir y de llegar a adulto.

Retroalimentación

En principio no, porque la fecundación ha de realizarse en un medio acuático (ya que los espermatozoides han de nadar hasta el óvulo); por lo tanto, en animales terrestres la fecundación ha de ser interna, de modo que los conductos de la hembra simulen el medio acuático. Sin embargo hay algunas excepciones, como hemos visto en el caso de los oligoquetos, que son terrestres, a pesar de lo cual la fecundación es externa: los espermatozoides se aglutinan en receptáculos seminales externos y los huevos, envueltos en un capullo gelatinoso secretado por el clitelo, pasan por delante de ellos y tiene lugar entonces la fecundación.

Retroalimentación

No, porque la presencia de uno de estos rasgos no denota un antecesor común. De hecho, han aparecido en múltiples ocasiones, y de forma independiente, a lo largo de la historia evolutiva de los animales.

Retroalimentación

La lombriz es ovípara (aunque pueda parecer ovovivípara: recordemos que la fecundación es externa). Las moscas son, en general, ovíparas (aunque algunas, como la mosca tse-tsé, transmisora de la enfermedad del sueño, son vivíparas). El perro es vivíparo. El tiburón es ovovivíparo. La rana es ovípara. La trucha es ovípara.

Retroalimentación

La diferencia más importante entre desarrollo directo e indirecto consiste en que mientras en el desarrollo directo se forma un individuo igual que el adulto que se diferencia solo en el tamaño y el grado de madurez sexual, en el desarrollo indirecto se crea un individuo distinto del adulto, la larva, que pasado un tiempo origina un individuo adulto.

Retroalimentación

a) Véase la figura adjunta.

b) Holoblástica (se produce una división de todas las células) desigual, ya que se forman macrómeros y micrómeros.

c) Este tipo de segmentación se produce en huevos telolecitos. Se podría tratar de un anfibio (en este caso es de una rana).

Retroalimentación

Las garras proceden del ectodermo, el intestino del endodermo, las branquias del endodermo, los ovarios del mesodermo, el encéfalo del ectodermo, los riñones del mesodermo, los pulmones del endodermo, el fémur del mesodermo.

Retroalimentación

La ley biogenética propuesta por Haeckel dice: La sucesión de los antepasados en estado adulto se recapitula en las sucesivas fases embrionarias. Esto significa que el desarrollo embrionario de un individuo va pasando por una serie de fases que se corresponden con adultos de otras especies de animales que evolutivamente han sido antepasados suyos.

Retroalimentación

Porque la reproducción sexual no nos permite obtener copias idénticas, ya que este tipo de reproducción por su misma naturaleza genera diversidad.