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1. La URSS en la tercera etapa de la Guerra Fría

Desde 1975 la Unión Soviética empezó a exportar petróleo para cubrir gastos militares y, a partir de 1977, inició un rebrote de la Guerra Fría desplegó nuevos misiles por territorio europeo y asiático e intensificó su presencia en los conflictos del Tercer mundo (Etiopía, Angola y Mozambique). En 1979 apoyó la caída del régimen pro-occidental de Irán y la de Somoza en Nicaragua.

Más importante fue su intervención en Afganistán cuyo reciente gobierno pro-soviético, nacido del golpe de Estado que acabó con la monarquía constitucional, pidió urgente ayuda política, moral, militar y económica  para controlar a las guerrillas islámicas opositoras.El resultado fue una guerra civil que duró diez años.  Para la URSS, la invasión supuso una sangría que frenó su crecimiento económico; impidió su adaptación a las nuevas formas post-industriales del mundo capitalista avanzado y contribuyó a su atraso tecnológico.

Tampoco el nivel de vida de los ciudadanos soviéticos era equiparable al de Europa occidental, algo que los medios de comunicación y el turismo hacían evidente. Así, se fraguó un estado de opinión favorable a las reformas económicas y políticas, que se hizo clamoroso cuando en 1989 la Unión Soviética tuvo que retirarse de Afganistán abandonando a su suerte a quienes hasta entonces habían sido sus aliados.

A todo esto hay que añadir el problema de la disidencia polaca encabezada por Lech Walesa, líder del sindicato católico y anticomunista Solidaridad, apoyado por el Papa Juan Pablo II.

Fuente:http://es.slideshare.net/antoniocarrellan/trabajo-de-la-guerra-4488180