5.8. Las repercusiones de la crisis en el Tercer Mundo
En 1980 el precio del petróleo se había multiplicado por catorce respecto a 1973. Si las consecuencias fueron malas para los países industriales, peores fueron para los del Tercer Mundo, no exportadores de petróleo, cuyas economías seguían dependiendo de las ventas de materias primas al exterior. Al no haber demanda, su precio se hundió, mientras crecía imparable el precio de los productos industriales que tenían que importar. Para comprar los productos industriales los países del tercer Mundo tuvieron que contraer enormes deudas en el exterior; y, para pagar los intereses tuvieron que posponer el proceso industrializador con lo que retrocedió el nivel de prosperidad alcanzado en los años sesenta, sobre todo en los países sudamericanos. En muchos otros casos, tuvieron que pedir nuevos préstamos para hacer frente a las antiguas deudas. Posiblemente la deuda externa y la falta de formación de su capital humano son los problemas más acuciantes que tienen hoy los países en vías de desarrollo. |
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